Santo Domingo. La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por presentar dolor, deformidad e inflamación de las articulaciones, especialmente en las pequeñas articulaciones de las manos y con menor frecuencia en los miembros inferiores. Este proceso crónico conduce ala destrucción progresiva, generando incapacidad funcional, y con el transcurso del tiempo, si no se trata la enfermedad adecuadamente, se puede producir una limitación permanente con un deterioro de la calidad de vida.
De acuerdo con estimaciones internacionales, se calcula que en Centroamérica y Caribe existen entre 300 mil y 600 mil personas que padecen la enfermedad .La artritis reumatoide es una de las causas más comunes de discapacidad. Después de 12 años de evolución, el 80% tiene discapacidad parcial y el 16% discapacidad total. Estudios sobre artritis reumatoide han determinado que la incapacidad para laborar aparece de 5 a 10 años después del inicio de la enfermedad y oscila entre el 43% y 50% en diferentes países .
La compañía farmacéutica Janssen, realizó recientemente en República Dominicana, un encuentro de actualización médica- científica para abordar el tema: “La persistencia en el tratamiento de la artritis reumatoide”. Esta sesión académica estuvo a cargo del doctor Juan Gómez Reino, Presidente Electo de la Sociedad Española de Reumatología, quien expuso ante un grupo de médicos reumatólogos y residentes de reumatología, su experiencia sobre los tratamientos dirigidos al cuidado de pacientes con artritis reumatoide.
El doctor Juan Gómez Reinodurante su exposición destacó que “la artritis reumatoide se caracteriza por dolor y limitación de los movimientos por afectación de las articulaciones y con esto, deterioro de la calidad de vida del paciente. La enfermedad no solo produce el deterioro de la funcionalidad, sino que también afecta la expectativa de vida, disminuyendo en algunos casos,en las mujeres varios años, en especial cuando no son tratadas adecuadamente y lo más rápidamente posible una vez diagnosticadas.
En la actualidad,existen medicamentos biológicos disponibles y de última generación que permiten a los médicos reumatólogos tratar esta enfermedad de una forma más eficaz.Estos medicamentos biológicos han demostrado los mejores resultados en materia de eficacia y seguridad comparados con los tratamientos convencionales”.
Añadió que “dentro de los medicamentos biológicos, existe uno llamado, Golimumab, cuya administración es mensual, a diferencia de otros tratamientos que son de administración más frecuente (semanal o quincenal). Otra de sus características, es que un alto porcentaje de los pacientes que lo reciben, mantienen la eficacia de sus beneficios y seguridad a lo largo del tiempo (comprobado a través de datos clínicos). Esto es relevante porque en las enfermedades crónicas, uno de los retos más importantes no solo es la eficacia del medicamento, sino que la misma se mantenga en el tiempo y el paciente siga con el mismo tratamiento en el largo plazo (persistencia).Una de las razones de esta eficacia sostenida puede ser el bajo porcentaje de rechazo por parte del organismo a este medicamento; ello debido a la tecnología utilizada en su desarrollo”.
Por último, y quizás lo más importante, es que Golimumab tiene cualidades que lo diferencian de otros medicamentos biológicos anti TNF, ya que neutraliza el TNF, una proteína pro inflamatoria que se produce en exceso en este tipo de enfermedad, y esta neutralización se mantiene en el tiempo.Probablemente esto es el resultado de la alta similitud que este medicamento tiene con las proteínas humanas, lo que hace que el organismo genere una baja producción de anticuerpos contra el medicamento, permitiéndole seguir siendo efectivo en el transcurso del tiempo.
Finalmente, el doctor Gómez Reino señaló que “si un paciente es tratado correcta y oportunamente desde que se le diagnostica la enfermedad, su pronóstico será mucho mejor, por ende,mantendrá unabuena calidad de vida y a la vez, productiva”.Añadió, que, si el paciente recibe tratamiento adecuado y con terapia biológica, incluyendo Golimumab, y se administra bajo las pautas existentes, se puede lograr la remisión, una fase donde la enfermedad desaparece durante un periodo y puede pasar hasta 10 años sin presentar síntomas”.