Lima, 11 abr.- La metafórica afirmación del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, de que "tenemos que colgar a los rateros (ladrones)", dio pie hoy a una polémica sobre las posibles motivaciones y repercusiones de esa expresión.
El mandatario generó diversas reacciones por lo dicho en una visita a la región norteña de Piura, la más afectada por inundaciones y avalanchas que han causado grandes daños que exigen obras de reconstrucción y prevención por unos seis mil millones de dólares, según estimado oficial.
Sobre esas obras, Kuczynski advirtió contra 'los contratistas que roban' usando, por ejemplo, materiales inadecuados. 'Si queremos progresar en el Perú, tenemos que colgar a los rateros', añadió entre aplausos de asistentes a la inauguración de un programa de empleo temporal de emergencia para damnificados.
La frase evocó los casos de linchamiento de delincuentes registrados en pueblos apartados y hasta en barrios periféricos de Lima, que podrían alentar las palabras del mandatario.
El ex congresista conservador Javier Bedoya pidió al mandatario mayor cuidado con lo que dice, en un país donde en muchos lugares no hay presencia del Estado y la gente se puede ver tentada de hacer justicia por mano propia.
El parlamentario opositor Mauricio Mulder calificó la expresión del presidente como 'demagogia barata' muy peligrosa que busca mostrar una actitud dura en la lucha contra la corrupción y la delincuencia, considerada punto flaco del gobierno, según diversas encuestas.
Según Mulder, la frase de 'colgar a los rateros' no fue un exabruoto sino una expresión calculada con ese fin, pero puede desatar una competencia electoral de posiciones extremas con promesas sanguinarias con miras a las elecciones generales de 2021.
La segunda vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, señaló que el mandatario solo expresó coloquialmente su enojo por casos de obras recientes que colapsaron durante las recientes inundaciones porque estaban mal construidas.
Según Aráoz, usó una frase coloquial sobre el castigo que merecen contratistas que engañan al pueblo y no tiene ninguna otra connotación.
El parlamentario oficialista Juan Sheput defendió también al mandatario, quien, señaló, suele usar un lenguaje coloquial para llegar a la población y sintoniza con las preocupaciones por la inseguridad ciudadana.
El episodio coincidió con comentarios sobre la necesidad presidencial de realizar acciones para mantener el nivel de aprobación de la gestión del mandatario en una reciente encuesta, que subió de 35 a 45 por ciento en un mes, debido a las acciones oficiales ante la emergencia causada por las torrenciales lluvias.
Prensa Latina-rc/mrs