La revelación la hicieron al impartir un taller en el stand del Indotel de la Feria del Libro a personas con alguna condición especial
Un 5% de la población global está afectada por algún tipo de sordera, mientras una de cada 20 personas a nivel mundial es totalmente sorda, afirmaron especialistas que señalaron, asimismo, que una pequeña parte de hombres y mujeres de más de 65 años son sordos calificándose entre medios sordos, sordos profundos y sordera por la vejez.
Los especialistas Eric Quinlan y Juan Gonzalez, del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa de Lima, hicieron sus señalamientos al impartir el taller “Inclusión de las personas sordomudas”, en el stand del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) en la XX Feria Internacional del Libro 2017.
En la celebración del “Día para inclusión de las personas con alguna discapacidad” celebrado por el Indotel en la Feria del Libro, el especialista Eric Quinlan manifestó que una pequeña parte de las personas mayores de 65 años son sordos y se califican entre medios sordos, sordos profundos y sordera por la vejez.
Además de personas con alguna discapacidad, asistieron a la charla más de 60 estudiantes del colegio San Antonio del sector de Villa Francisca.
Quinlan advirtió que la mayoría de las personas nacen oyentes y que es “muy poco común” que nazcan sordas, cosa que ocurre solo cuando hay una enfermedad que entonces si se vuelven sordos a través del tiempo.
Impacto de la sordera en un individuo
Señaló que el desarrollo del lenguaje a menudo se retrasa en los niños con sordera, especialmente cuando no se atiende a temprana edad. Considera que el impacto principal de la sordera se registra en la capacidad de la persona para comunicar efectivamente.
Advirtió que el retraso en el desarrollo del lenguaje puede tener un serio impacto en el rendimiento académico del individuo, razón por lo que dijo que la atención y la intervención temprana pueden ayudar a superar el problema.
Entiende que, mientras más temprano se intervenga se obtendrá buenos resultados lingüísticos y educativos para el niño, incluyendo en especial la enseñanza de la lengua de seña, la cual precisó, ayudará al niño con sus habilidades cognitivas.
Expuso además que el individuo con sordera puede beneficiarse con el uso de audífono y terapia del habla, destacando que los sordos tienen sus derechos básicos igual que cualquier otra persona y merecen tener trabajo, comprar una casa, conducir un carro, tener una familia e igualdad de oportunidades.
Quinlan estimó la lengua de señas como la número uno para lograr que las personas sordas puedan aprender, al considerar que se trata de la forma natural de éstas comunicarse en cada país. Agregó que al ser utilizada por la comunidad sorda, este lenguaje se convierte en parte del patrimonio cultural, social, histórico y religioso de una nación.
“Para preservar la herencia completa de cada país es necesario respetar la lengua de señas. El reconocimiento de la lengua de señas es también una forma de mejorar y dar respeto al patrimonio lingüístico, cultural y general de cada país y de la humanidad”, señaló el experto.
Educación bilingüe
Consideró que la alfabetización de sordos está muy por debajo del promedio de la educación general, por lo que abogó para que, como todos, los niños sordos tengan acceso a una educación igualitaria y de calidad. Apuntó que los sordos nacen con las mismas capacidades básicas, de aprendizajes y de lenguaje que todos los niños.
“Estos niños pueden y deben alcanzar su máximo potencial con programas educativos de calidad, los niños sordos aprenden mejor en lengua de señas, significa que el leguaje de enseñanza a utilizar es la lengua de señas en todas las asignaturas”, externó.
Sugirió que “se haga gran énfasis en la enseñanza de la lectura, de la lengua pensada en el país o en la sociedad, que entiende es igualmente importante”. Para este especialista, el citado enfoque ha dado buenos resultados de aprendizaje debido a que se apoya en un entorno natural.
Favoreció crear un sistema que proporcione acceso a los intérpretes de lenguas de señas para todas las situaciones que se les solicitan, ya que es una profesión que sirve a las personas sordas y oyentes, por lo que esta profesión requiere de capacitación.
“Es necesario crear programas educativos para capacitar y calificar los intérpretes de lenguas de señas, tener la habilidad de comunicarse en lenguas de señas y un compromiso de ayudar a los sordos, no es una calificación para ser intérprete”, dijo el experto.
Quinlan sostuvo que los intérpretes de lenguas de señas profesionales deben seguir un código de ética del país, con el fin de preservar la confidencialidad profesional y la buena comprensión de los deberes y roles que se requiere de un intérprete profesional.
Entiende la comunicación y la comunidad como claves de enorme importancia y parte de la vida, pero advirtió que muchos sordos no están alistados en estas formas visuales de comunicación, como el hablar, cantar y escuchar, lo que a su juicio significa que en su vida cotidiana una persona sorda puede sentirse aislada y tener dificultades para obtener información o ayuda en momentos de necesidad.