El sector Industrial es el segundo que más aporta al valor agregado, al empleo y al crecimiento de la economía dominicana, después del de Servicios, por lo que su crecimiento en los últimos 25 años fue 5.4%, promedio anual, similar al ritmo de expansión de la economía en su conjunto (5.5%), informó este miércoles el ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).
El dato está contenido en un ensayo titulado “Sobre el desarrollo industrial dominicano en los últimos 25 años: crecimiento, empleo, productividad”, preparado por Juan T. Monegro, viceministro de Desarrollo Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes; y Carlos M. Gratereaux, especialista sectorial de ese Viceministerio. (la investigación aparece integra en el portal digital del MICM: www.mic.gob.do).
Para los autores, “mantener a buen ritmo el crecimiento industrial, aumentar su incidencia en la economía y en la creación de empleos dignos, y mejorar la calidad como base para una inserción competitiva, son apuestas ineludibles para desarrollar una industrialización de calidad, competitiva”, tras considerar que éstos son parte de los desafíos que se plantean al desarrollo industrial en los años por venir.
Sostienen, según una nota de la Dirección de Comunicaciones del MICM, que la mejor política comercial y de inserción competitiva es un desarrollo industrial “de calidad, basado en un tejido productivo más homogéneo y más articulado.
Monegro y Gratereaux destacaron que la estructura económica dominicana (2016) está conformada por el sector Servicios (67.9%), Industrias (26.1%) y Agropecuaria (6.1%) y durante el período considerado, el sector Servicios ganó incidencia en la estructura económica a costa de pérdidas registradas de manera sostenida por los sectores Industrial y Agropecuaria.
Señalan que en el 2016, el mercado laboral estaba estructurado mayoritariamente por el sector Servicios (70.8%), Industrias (16.5%) y Agropecuaria (12.6%), lo que significa que 17 de cada 100 ocupados de la Población Económicamente Activa están en el sector Industrial.
No obstante, apuntan que el sector Industrial redujo su participación en el valor agregado de la economía en cerca de 9 puntos porcentuales, pasando de 34.8% (1991) a situarse en 26.1% en 2016. “Este encogimiento en la participación en el valor agregado también se ha dado en el sector agropecuario: durante el período de referencia, este sector perdió participación en cerca del siete puntos porcentuales, según la nueva metodología de las Cuentas Nacionales, pasando de 13.5% (1991) a representar el 6.1% en el 2016”, apuntan.
Al describir la composición del sector Industrial, Monegro y Grateraux explican que está formado por las actividades de Explotación de Minas y Canteras (Minería: 2.1%), Manufactura Local (11%), Manufacturas de Zonas Francas (3.7%) y Construcción (9.3%), lo que “sumado el aporte individual de los subsectores, forman el PIB industrial, que en el 2016 significó el 26.1% del valor agregado total”.
Participación porcentual
Desde la perspectiva de la participación porcentual al interior del PIB industrial, en 2016, Monegro y Gratereaux sostienen que el subsector de mayor relevancia fue Manufactura Local, que aportó el 42%; seguida por el subsector Construcción (36%), Zonas Francas (14%) y Explotación de Minas y Canteras (8%).
En lo relativo al subsector Zonas Francas, dijeron que tuvo un momento de auge que se registró durante el primer lustro de la década pasada (2000-2005), logrando una incidencia promedio dentro del PIB industrial de 20.1 puntos porcentuales; el valor pico de participación lo registró en 2003: 27.4 puntos porcentuales.
Visto en el contexto regional, el posicionamiento relativo en materia de industrialización coloca la economía dominicana como la novena en importancia (14.2%, 2015), comparada entre 23 países considerados, lo que a su vez determina que el peso de la producción manufacturera local está por encima de la media regional (13%).
Monegro y Gratereaux sostienen que las economías relativamente más industrializadas en la región son las de El Salvador, Guatemala, México, Honduras, Cuba, Surinam, Ecuador y Argentina; mientras que las de menor grado de industrialización son Panamá, Jamaica, Haití y Brasil.
Asimismo, revelan que el sector industrial es el segundo empleador de mano de obra en la economía dominicana pues en el 2016 empleó alrededor del 16% de la fuerza laboral del país, equivalente a más de 730,000 personas. Sin embargo, afirman que “el peso relativo del sector industrial en el mercado laboral ha venido menguando, bajando de su nivel máximo de 25.6% (1998) hasta el 16.5% del empleo en 2016”.
Los autores hacen constar que en la industria manufacturera dominicana no sólo se ha registrado una caída significativa en la participación en el PIB y en el empleo, sino que además, “en el último decenio se ha dado un aumento significativo del empleo informal”.
“El crecimiento robusto y sostenido del sector industrial en el transcurso de los últimos 25 años (5.4%, promedio anual), basado en buena medida en un aumento sustancial en la productividad laboral; y, consecuencia de lo anterior, además del aporte significativo de la producción industrial al crecimiento sobresaliente exhibido por la economía dominicana en ese lapso (5.5%, promedio anual); además, la participación significativa del sector en la generación de empleos, entre otros factores, son elementos que argumentan la importancia del desarrollo de la industria en la construcción de un país próspero y el logro de mejores condiciones de vida e inclusión social en la República Dominicana”, concluyen.