El gobernante estadounidense la emprendió este miércoles contra el destituido director del FBI, James Comey, de quien dijo que había perdido la confianza de todos en Washington, republicanos y demócratas.
Mientras que en círculos políticos de Estados Unidos sospechan que con la medida el gobernante pudo haber intentado detener la investigación de los vínculos de funcionarios de su gobierno con Rusia.
En una serie de tuits, Trump dijo que Comey "será reemplazado por alguien que va a ser un mucho mejor trabajo, y devolverá el espíritu y prestigio al FBI”.
A la decisión de Trump se refirió el fiscal general del Estado de Nueva York, Eric T. Schneiderman, quien consideró que las acciones del presidente amenazan tanto las investigaciones críticas en curso como la integridad e independencia del FBI, que es un aliado crítico de mi oficina y de las agencias policiales en todo el país.
"Ahora está claro que necesitamos un fiscal especial para investigar la interferencia del gobierno ruso en nuestras elecciones presidenciales y cualquier vínculo potencial con la campaña de Trump o los asociados de la campaña. Necesitamos que nuestros líderes en Washington pongan de lado el partidismo y exijan al Presidente Trump y al Departamento de Justicia que hagan lo correcto. nada menos.", expreso Schneiderman
Las razones para el despido de Camey fueron descritas en dos cartas separadas escritas por el Fiscal General, Jeff Sessions, y su segundo al mando, Rod Rosenstein. Esencialmente ambos acusaron a Comey de tomar la ley por sus propias manos.
Según Rosenstein, el ahora exdirector “cometió serios errores” en el manejo de la investigación investigación sobre Hillary Clinton, incluida la decisión del director de sostener una conferencia de prensa para anunciar sus hallazgos, difundir “información despectiva” sobre la excandidata y usurpar la autoridad del fiscal general al concluir que Clinton no debía ser procesada.
Richard Burr, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo estar “preocupado por el momento y el razonamiento” del despido. Señaló que la salida de Comey es “una pérdida para el Buró y para la nación”.
Mientras que John McCain, republicano miembro de la Comisión de Seguridad Nacional, dijo en una declaración que “si bien el presidente tiene la autoridad legal de remover al director del FBI, me siento decepcionado por la decisión del presidente de quitar a James Comey”.
Trump no se quedó callado. En otro tuit escrito una hora después del primero, dijo que "ver al senador Richard Blumenthal hablar de Comey es una burla”, y lo acusó de fraguar uno de los “más grandes fraudes militares en la historia de EE.UU.” al jactarse de su “gran valentía y conquistas en Vietnam —excepto que nunca estuvo allí”.