La brutal agresión de la policía nacional contra varios diputados de la República frente al edificio que aloja a la Procuraduría General es un hecho muy grave que repudiamos con todas las energías desde Partido Revolucionario Moderno (PRM) por tratarse de una ofensa a representantes investidos en el primer poder del Estado, como lo es el Congreso Nacional.
Estos hecho no parecen estar desligados de un plan policial que incluye a los sucedidos inmediatamente anteriores con en Moca, donde el Coronel Valenzuela utilizó una patrulla con la intención de fabricación de expediente falso contra connotados lideres comunicatorios a quienes la propia policía le colocó drogas para desacreditarlos y con ello su lucha a favor de la solución de problemas de su comunidad y la intención de amedrentamiento de otro coronel( Escolástico Eusebio) en Nagua a también dirigentes comunitarios, quien los amenazó con ser drástico según los rigores de la policía si exhibían sus reclamos en la visita del presidente a esa localidad.
Dichos comportamientos son flagrantes violaciones a los derechos humanos fundamentales de protestas de ciudadanos que la democracia, consagrados en nuestra Constitución y convenios de organismos internacionales de los cuales somos signatarios, por lo que representan una expresión desbordada de los organismos de seguridad ciudadana como lo es la policía.
En ese marco, los atropellos con bombas lacrimógenas, físicos y verbales contra representantes del Poder Legislativos es una grave violación a las leyes que debe ser sancionada enérgica y ejemplarmente por las autoridades superiores de la institución y del gobierno garantes de esos derechos.