La reducción a 70 por 100 mil nacidos vivos es la principal meta en salud para el período 2016-2020 del Plan Estratégico del Ministerio. La mortalidad en menores de 20 años ha bajado 23%.
SANTO DOMINGO.- El Ministerio de Salud reveló este jueves que en 2016 se produjo se produjo una sensible reducción de la tasa de mortalidad materna al descender a 90.1 por 100 mil nacidos vivos en comparación con la tasa de 99.3 en 2015. La baja representa un 9.2 por ciento y es la más baja que registra el país en nueve años.
La información fue ofrecida este jueves por la Ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino durante un acto ante actores y representantes del sector público y privado de la salud de la República Dominicana. Está contenida en un informe sobre la “situación de la mortalidad materna en República Dominicana, 2016” rendido por un equipo interdisciplinario y presentado.
Esta tasa de 90.1 pone al país en ruta al promedio regional de 82 por 100 mil nacidos vivos en un indicador cuyos principales causales son de carácter obstétrico, como el trastorno hipertensivo del embarazo, hemorragias, las sepsis y otras infecciones del puerperio, que constituyen las causas del 74 por ciento de los decesos de mujeres por efectos del embarazo y/o el parto.
Comportamiento, según Región de Salud
En el indicador tuvo un comportamiento variado de acuerdo a la región, pero presenta una disminución entre 2013 y 2016, en diferentes regiones de salud. Así, en la Región VII o Cibao occidental (Noroeste, 7), III-Cibao Nordeste (9), IV-Enriquillo (10), VI-El Valle (10), Cibao VIII-Central (11), I-Valdesia (19), V-Este (23) y la 0-Metropolitana.
Cita que mientras las regiones Metropolitana y Cibao Occidental fueron las que más disminuyeron la mortalidad materna, en la Valdesia aumentó. En tanto, las provincias con menos mortalidad son Azua, Barahona, La Vega, Santo Domingo y Hato Mayor, pero aumentó en las de más baja población, como Baoruco, Independencia, Pedernales y Santiago Rodríguez, que presentan mayor mortalidad.
En el acto también intervino el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), doctor Nelson Rodríguez Monegro, quien destacó el gran nivel de coordinación existente entre el Ministerio de Salud y esa entidad en cuanto a la capacitación, dotación de logística de atención y preparación de respuesta de cara a mejorar el comportamiento del indicador, conforme a las metas programas para el período de gobierno.
Los datos emitidos indican que la evolución de la mortalidad materna durante el período 2008-2015 no presentó cambios importantes, a excepción del 2009, cuando se registró un incremento de un 13% debido a muertes por neumonías por el virus de influencia H1N1.
Las causas
El informe cita que en ocho regiones de salud la primera causa de muerte materna es el trastorno hipertensivo en el embarazo, parto y puerperio, seguido de las las hemorragias (11%), las sepsis (10%), el embarazo terminado en aborto (7%) y las complicaciones del puerperio (7%). Las causas obstétricas indirectas representan un 26%.
De igual manera se especifica que el 79% de las muertes maternas fueron remitidas a necropsia y el 70% cuenta con reporte de resultados, lo cual repercute en la mejor consignación de causas al rectificar o ratificar las mismas.
Otro aspecto de interés es el que da cuenta de que hubo una disminución del número de muertes entre las menores de 20 años entre 2015 y 2016 de aproximadamente 23% y un incremento en el grupo de 40 a 49 años de un 33%.
El objetivo del análisis es contribuir a incrementar el grado de compromiso por parte de los tomadores de decisión, de la ciudadanía y esencialmente del personal de salud para alcanzar el objetivo de disminución de la mortalidad materna.
Lo que hacen las autoridades
La reducción de mortalidad materna registrada durante el último año se corresponde, entre otras intervenciones de las autoridades, con una labor de detección de mujeres hipertensas crónicas para manejo oportuno de casos, la referencia y contra referencia, el control clínico, la aplicación de tamizaje de dopplers de arteria uterina para embarazadas de alto riesgo, lo que implica la capacitación de personal y la dotación de ecocardiógrafos a los servicios.
El informe también destaca medidas que han impulsado hacia la mejoría del indicador como son la realización de auditorías junto al equipo de salud correspondiente ante cada muerte marteña reportada, la elaboración y aplicación de protocolos, guías de prácticas clínicas por áreas de atención, toma de tensión arterial con técnicas adecuadas y equipos calibrados y la administración temprana de aspirina.