Más que los nombres de los que aceptaron sobornos de la empresa Odebrecht para obtener contratos de obras millonarias que luego serían sobrevaluadas, quiero, como la mayoría de los dominicanos, justicia, que los implicados, no importa el partido, funciones en el gobierno o el Congreso, sean sometidos a la justicia con expedientes sólidos que lleven a la condena de los imputados.
Ya hemos esperado meses oyendo cantos y cuentos, mentiras y medias verdades; hemos visto señales de humo que no conducen e ningún lugar, contrario a otros países donde se han producido arrestos y condenas. En esos países, claro está, hay voluntad política y un ministerio público libre.
Así como hemos esperado más de cinco meses, podemos esperar, una semana; incluso dos, pero el Ministerio Público está obligado no solo a decir los nombres de los corruptos que se envilecieron, sino someterlos a la justicia como ha prometido.
El pueblo está impaciente. La presión social aumentará con los días y las semanas. El gobierno no puede permitir que el odio se acumule porque explotará masivamente y entonces será incontrolable. Tendrá que actuar la Policía y la guardia para contener a las masas desbordadas provocando, ojalá no, un baño de sangre innecesario.
Es obvio que el gobierno trata de ganar tiempo. Pero se le está acabando. La gente está cansada del “mareo”, de que la tomen de “mojiganga”, que crean que es estúpida, cuando todos sabemos que el Procurador General de la República intenta esconder lo que está a la vista de todos.
El pueblo quiere saber quiénes son los sobornados. El gobierno lo sabe. El Comité Político y algunos del Comité Central del PLD también lo saben. Han lanzado a través de las redes sociales muchos nombres de un partido y de otro, gente de Leonel y de Hipólito para alimentar el morbo junto con las conjeturas y las especulaciones. Los de Danilo no aparecen lista. Ni el propio Danilo cuyas campañas electorales fueron financiadas por la empresa brasileña, según se ha informado en ese país.
Que se diga lo nombres es importante, pero de nada sirven si no hay justicia, si los implicados no pagan en los tribunales sus culpas y son despajados del dinero que recibieron como soborno. Como el cuento de la madre superiora en el convento cuando un delincuente penetró y dijo que las violaría a todas. Una monja gritó: ¡A la madre superiora no! Y ella con toda su calma aclaró: Él dijo a todas… (Que en la lista de sobornados no se quede nadie sin bailar)
La lista de imputados no puede ser incompleta, antojadiza, respondiendo a intereses políticos partidarios para proteger a determinados dirigentes o funcionario, que es lo que teme el Procurador Jean Alain Rodríguez, amarrado por la designación que le hizo el mandatario y por su condición de miembro del Comité Central del PLD.
(Por esa doble condición, en cualquier otro país del mundo el Procurador r habría renunciado al cargo o tomado unas vacaciones durante el tiempo que durara el “debido proceso”)
La sociedad tiene que empoderarse. El bloque de partidos opositores por su lado, Participación Ciudadana, Institucionalidad y Justicia y el Movimiento Verde, entre otros, están en la obligación de reclamar, en marchas, caravanas, mítines, etc., que se cumpla con la ley, que no haya trasiego en la lista, que se dé a conocer completa y que se haga justicia, caiga quien caiga, sin “vacas sagradas”.
¡Junto con la lista, justicia! Castigo para los culpables de corrupción. ¡Ya basta de “mareo”! ¡No más impunidad!