La presencia del presidente de Estados Unidos en Bélgica, Bruselas, donde llegó este miércoles, ocurre en medio de un amplio dispositivo de seguridad y manifestaciones populares contra su presencia en Bélgica.
Trump acude a una reunión de la OTAN que tiene a Braselas como sede. Llegó acompañado de su esposa Melanie, con quien inició el programa de visita en el Palacio Real. Allí sostuvo un encuentro con los monarcas belgas, Felipe y Matilde, y luego celebró una reunión en ese lugar con el primer ministro de este país, Charles Michel.
Prensa Latina informa que diversas organizaciones entre las que se encuentran el Partido Socialista Flamenco, el Movimiento de Juventudes Socialistas, movimientos ecológicos, asociaciones universitarias y grupos por los derechos de las mujeres convocaron a amplias manifestaciones en esta ciudad bajo la consigna 'Trump no es bienvenido'.
Reporta que en La protesta participación de más de 10 mil personas refleja, en criterio de analistas, el rechazo de la ciudadanía a pronunciamientos y decisiones políticas anti inmigrantes, nacionalistas y contrarias a los intereses europeos del presidente norteamericano.
En el dispositivo de protección participan además efectivos luxemburgueses; así como un equipo de expertos holandeses para la supervisión del tráfico aéreo, quienes emplearán águilas entrenadas para derribar drones, precisó una fuente policial.
Trump llegó a la capital belga en su primera gira exterior que incluyó previas visitas Arabia Saudita, Israel, Italia y Vaticano, acompañado por una delegación de unas mil personas, entre las que se incluyen más de 400 agentes de seguridad.
Durante su estancia, de apenas 30 horas tiene previsto participar el jueves en la cumbre de la OTAN y en reuniones con los líderes de la Unión Europea y jefes de Estado de la región, tras las cuales viajará a la ciudad italiana de Taormina para participar los días 26 y 27 de mayo en la cumbre del G7