Esta semana, ¡por fin!, veremos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana y del Partido Revolucionario Moderno, principalmente, sometidos a la justicia por aceptar sobornos, por más de 92 millones de dólares, de la empresa Odebrecht, lo cual le permitía obtener los contratos de las obras más importantes que luego sobrevaluaba, algo que inexplicablemente las autoridades no han querido investigar.
El gobierno acondicionó cárceles en Ciudad Nueva y en Najayo para los imputados de “lujo”. (Todos deberían ir al “nuevo modelo penitenciario” donde los “internos” tienen derecho a tres calzoncillos cada seis meses, una sábana al año y algunos calcetines que no sean de “marca”, entre otros privilegios. Si no están cómodos en el “nuevo modelo”, que los trasladen al 15 de Azua donde llevan a los miserables sin nombres ni apellidos sonoros).
Los acusados de corrupción pertenecen a los gobiernos de Hipólito Mejía y Leonel Fernández, fundamentalmente. Los de Danilo, no. Los legisladores señalados igualmente están o estuvieron en esas parcelas políticas.
Es obvio el interés del gobierno por salir lo menos perjudicado posible del escándalo de corrupción; incluyendo y excluyendo políticos, funcionarios y legisladores que no estén cerca del presidente de la República para que el lodo no lo salpique aun más, lo cual provocará todo tipo de reacción en la población.
No tengo ninguna duda –lo he dicho otras veces- que el presidente Danilo Medina y algunos de sus colaboradores más cercanos están altamente comprometidos con el escándalo de corrupción que abarca a 14 países. Eso incluye algunos de los legisladores de "su" Congreso.
El Procurador está montando un show mediático, cada vez más deslucido para evadir responsabilidades, desacreditar el proceso y alimentar el morbo, sin calcular los riesgos que son muchos.
No hay ningún interés en que el proceso llegue hasta adquirir el carácter de la cosa irrevocablemente juzgada. Los expedientes serán mal instrumentados justamente para que no haya justicia. Otra vez intentan tomarnos el pelo, convencidos de que somos bobos. (Un grupo de abogados aumentará su fortuna en estrado “defendiendo” a los acusados en el entendido de que todos los ciudadanos son inocentes hasta tanto se demuestre lo contrario en un juicio público, oral y contradictorio).
Me pregunto, ¿dónde estaba Reinaldo Pared Pérez, presidente del senado por más de diez años y secretario general del PLD mientras se aprobaba más del 90% de los contratos dé Odebrecht?
¿Por qué el Ministerio Público no interrogó a los ex presidentes de la República que ocuparon el cargo del 2001 hasta la fecha? ¿Porque no investigó el financiamiento de las últimas campañas electorales, ni se interesó en la denuncia de sobrevaluación por más de mil millones de dólares de las plantas de Punta Catalina que en principio se construirían en Azua y luego por extraña razón fueron trasladadas a Bani a unos terrenos de la familia Vicini?
El Ministerio Público, en manos del gobierno, exprofeso, ha viciado la investigación. Nada es creíble en ella. Mezcla verdad y mentiras.
¡Definitivamente la justicia dominicana apesta!
PD: El gobierno quiere llevarse de encuentro al PRM. La cúpula deberá actuar con inteligencia y cautela. Si algunos de sus dirigentes salen en “la lista” y son encartados, deberán ser suspendidos hasta tanto concluya el proceso. Una cosa es clara: El sistema de partidos políticos está a punto de colapsar en el país.