Han comenzado a trascender en los medios locales como Angel Rondón operó para instalar en República Dominicana sus operaciones de sobornos a nombre de la empresa brasileña Odebrecht. La investigación de la Procuraduría General de la República aporta datos que explican esto y además como se enriquecieron funcionarios y legisladores, facilitando incluso la sobreevaluación de las obras.
Unas 14 personas están encartadas en un expediente preparado por el Ministerio Público. La audiencia para dictar medidas de coerción está en receso. El Juez Francisco Ortaga se ha visto precisado a posponerla dos veces por incidentes procesales.
Mientras está pendiente de la coerción, traseciende que el empresario Ángel Rondón, identificado también como “el hombre del maletín”, era el cabecilla del entramado de corrupción mediante el cual Odebrecht consiguió 17 contratos para la construcción de multimillonarias obras públicas, a cambio del pago de US$92 millones de sobornos.
Según explicó Marco Vasconcelos, Odebrecht suscribió contratos de representación con Ángel Rondón, pero que los mismos no se vinculaban con ninguna obra, y que el dinero que se le entregaba, no era contabilizado, ya que se hicieron de manera informal con el fin de asegurar el cobro efectivo de valores y poder justificar ante entidades financieras los montos recibidos.
“Cabe destacar que en ninguno de los contratos la función del imputado Ángel Rondón era de consultoría, no definiendo con exactitud las labores que debían ser realizadas, lo que demuestra la falsedad en estos contratos, que más bien eran utilizados como un escudo para sustentar las transparencias de los fondos que el imputado utilizaba para el soborno”, afirmó el procurador.
Los pagos, según dijo el brasileño Luis Eduardo Da Rocha Soares, se realizaban a través de sus empresas, que incluyen Conamsa Internacional y Lashan Corp.
El procurador explica en la instancia que el procesado logró colar en el sistema bancario sumas millonarias a nombre de sus familiares, entre los que están sus hijos, Angelina, Ángel Rafael y Ángel Daniel Rondón Marte, así como su primo Kelly Marius Rondón.
Primera obra. La estructura de corrupción, asociación de malhechores y soborno conformada por Odebrecht y Rondón inició con el acueducto de la Línea Noroeste, obra por la que se pagaron sobornos por un monto de US$3,235,228.82 a favor de Roberto Rodríguez Hernández, entonces director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA); Andrés Bautista, presidente del Senado; Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados; y Víctor Díaz Rúaz, posterior director del Inapa.
De acuerdo con el testimonio del exgerente general de Odebrecht en el país, Marcos Vasconcelos Cruz, en el 2002 Rondón le ofreció sus servicios al consorcio brasileño, quien para darle pruebas de su eficacia, realizó gestiones para que le concedieran el proyecto.
Rondón tenía una estrecha relación con Rodríguez Hernández, quien accedió a viabilizar todos los trámites para conseguirle el contrato a cambio de dinero, para lo cual, tres años después, le introdujo una adenda ilegal al contrato.
En el Congreso contactó a Bautista y a Pacheco, quienes aceptaron sumas de dinero en dólares, no especificadas, para agilizar la aprobación del préstamo y el contrato.
Como evidencia de los sobornos recibidos por el exdirector del Inapa, el MP indica que en solo dos días del mes de abril del 2006, después de haber dejado el cargo, hizo sendos depósitos bancarios por RD$100 millones, en su cuenta número 72773510 del Banco Popular.
Agrega que desde su entrada al Estado fue incrementando su patrimonio y adquiriendo nuevos inmuebles y múltiples compañías que no se justicaban con sus ingresos.
La ampliación. El acueducto de la Línea Noroeste fue ampliado gracias a un contrato firmado en el año 2005 por Víctor Díaz Rúa, quien estaba al frente Inapa.
Para aprobar este proyecto, que tuvo una adenda de US$10,075,939.18 que se sumaron a la partida original de US$79,850,000, Rondón recibió US$1,597,000 para el pago de sobornos a Díaz Rúa, Bautista y Pacheco.
Resalta que tras la firma de ese acuerdo Díaz Rúa depositó, en menos de dos meses, RD$2,400,000 en el BHD. Además dice que aumentó la cantidad de bienes muebles e inmuebles que están a su nombre.
Coral. Agrega que en el caso de la Autopista del Coral, Díaz Rúa exigió a Odebrecht firmar un contrato de representación legal por el 1.25% del valor total del proyecto “con su amigo, abogado y testaferro” el imputado Conrado Pittaluga, tras lo cual Hormigones Moya cedió el contrato de dicha autovía a Odebrecht.
Por esas acciones Díaz Rúa y Pittaluga recibieron una suma de US$6,629,080.
Otros US$5,445,386.73, equivalente al 2% del monto de la obra, “fue utilizado para sobornar a funcionarios y legisladores”, dice la instancia del MP.