Los niños y niñas que participan de la Ludoteca, Casa de la Infancia, programa que auspicia Casa Abierta en el barrio Simón Bolívar, realizaron una caminata con el objetivo de sensibilizar a la comunidad de los daños que puede generar la también droga (el tabaco) al ser humano.
Para esto realizaron una marcha en la calle Mella del sector referido, con pancartas alusivas al 31 de mayo “Día Mundial Sin Tabaco” y pregonando en alta voz “NO FUMAR”, provocando así la atención de la comunidad durante el recorrido de éstos.
En el Día Mundial Sin Tabaco, es importante destacar que no existe una droga más dañina para las personas, las sociedades, el medio ambiente y la economía como el tabaco. El consumo de tabaco es responsable del 8% de todas las muertes que se producen cada año en el mundo, casi 6 millones de personas. Esto la convierte en la droga más dañina que hoy consume la humanidad. Pero seguimos desarrollando una política perversa que dice ser contra las drogas con gran atención mediática, y alarma de los gobiernos, cuando todas las demás drogas juntas (cannabis, anfetaminas. éxtasis, cocaína y opioides), solo son responsables del 0.4% de las muertes.
Este año la Organización Mundial de la salud se enfoca en plantear que el tabaco es una amenaza para el desarrollo. Desde esta perspectiva es claro que el problema del tabaquismo no es solo de salud, que ya sería suficiente para una lucha frontal anti tabaco. El tabaco, compromete el desarrollo sostenible de todos los países, incluidos la salud y el bienestar económico de las personas.
Los cultivos de tabaco afectan el medio ambiente, por el uso de pesticidas y por los pasivos ambientales que generan. El consumo de tabaco afecta directamente el sistema de salud, produciendo múltiples enfermedades prevenibles. Se estima que hay más de tres mil sustancias presentes en el humo. Entre las que han sido demostrados sus efectos negativos sobre la salud están: la nicotina, el monóxido de carbono, los alquitranes (breas), las partículas del humo y el cilio toxinas. Todas estas que provocan daños en el sistema nervioso central, el corazón, los pulmones, estomago, riñones, piel, aparato respiratorio y por supuesto el oxígeno en la sangre.
Pero, aunque es una responsabilidad primaria de los gobiernos, es importante que la sociedad, y las personas se hagan conscientes de que podemos aportar de forma significativa. Los y las jóvenes deben negarse a la manipulación que los quieren llevar a consumir estos productos nocivos para su salud. Las personas en general, debemos asumir compromisos individuales de abandonar el consumo de tabaco o buscar apoyo para hacerlo. Con este compromiso no solo mejoraremos la salud individual, sino también la de las personas a nuestro alrededor expuestas al humo, especialmente los niños, niñas, adolescentes.