Santo Domingo. – Ante la aprobación de un Código Penal que castiga a la mujer y pone en mayor riesgo su vida, Profamilia deposita sus esperanzas en la Cámara de Diputados y el presidente Danilo Medina ya que éstos pueden lograr la aprobación de las observaciones presidenciales, como lo establece la Constitución de la República Dominicana.
Así demostrarían su voluntad política y su interés en responder a los distintos sectores nacionales de preservar la vida de las mujeres, especialmente de las más jóvenes y más pobres, además de enfrentar problemas de salud como el embarazo en adolescentes; violencia en el ámbito familiar; las violaciones sexuales y que no se pliegue a los intereses de instituciones que negocian prebendas a costa de sus vidas.
Por otro lado, Profamilia entiende que es una verdadera vergüenza que la República Dominicana tenga un Senado al que no le importa la salud de las mujeres, mujeres que votaron para que los que ahora tomaron esa decisión, ocupen la posición que les ha permitido condenarlas.
Es lamentable el modo que se ha utilizado el mayor escándalo de corrupción que ha tenido la República Dominicana, para traicionar la confianza de la ciudadanía y darles las espaldas a las mujeres.
Profamilia seguirá tocando las puertas de todas las instituciones y hará lo que tenga que hacer a favor de las mujeres, como ha sido siempre su misión, que ahora más que nunca reafirmamos.
Tenemos una clase política que no respeta la realidad del problema de salud que implica el aborto y un Senado que no está a la altura de lo que se espera de él. La República Dominicana está entre los cinco países en los cuales se prohíbe totalmente el aborto, aun cuando la vida de la madre corre peligro, el embarazo haya sido consecuencia de incesto o violación o cuando el feto no puede vivir fuera del útero.
Una investigación reciente auspiciada por Profamilia revela que entre jóvenes universitarias el aborto es una realidad latente, donde de dos mil 436 jóvenes encuestadas, 295 dijeron haber tenido un aborto y de éstas, el 42.7% afirma que se trató de un aborto inducido, lo que aumenta al 61.7% cuando aseguran que conocen de algún aborto inducido.
La penalización del aborto no borra esta realidad, al contrario, preocupa que esta exclusión provoque que el aborto inseguro siga siendo una práctica a pesar de su prohibición, donde las que más sufrirán las consecuencias son las mujeres más pobres que no pueden recurrir a formas seguras y protegidas por el Estado de llevar a cabo su firme convicción.
Los senadores y senadoras que habían dicho que darían un voto favorable a la modificación propuesta por el presidente Danilo Medina, a última hora votaron en contra, lo que significa que primaron intereses por encima de las propuestas éticas de salud y de derechos humanos de las mujeres.