En una conversación de medianoche con mi hermano surgió un tema muy interesante: la creación de falsos personajes en política, que como dicen en el argot popular, en algún punto "se le ven los pantys".
De eso estamos llenos, de "falsos positivos" (ajá, aquel que se ve de lo más "serio" y después no), víctimas de personajes que en su búsqueda de nosequé crean una imagen que termina siendo adicta y prostituta del poder.
Las figuras políticas tienen como uno de sus roles principales servir al bien común (sino es que ES el rol principal), por lo que podemos asumir que de entrada su elección de trabajo es de carácter voluntario, de vocación y supuestamente de servicio, lo cual lleva a que se espere de ellos y ellas una reacción ante las todas las situaciones que nos competen, nos forjan y nos afectan como sociedad.
Pero, ¿Qué ha de pasar cuando a un personaje creado lo "agarran en la bajaita"? Bueno, lo que puede pasar es que "teaaaaaatroooo, lo tuyo es puroooooo teatro"… ¡surgen las incongruencias!
Siempre he tenido la creencia de que quien hace política para acumular riquezas debió haber sido negociante, no político. En serio, dediquese al comercio y dejele la vocación de servir a alguien que no necesite un guión, ni una careta.
La República Dominicana vive actualmente, por decirlo así, un momento vulnerable. Entiendo que cada quien, o quienes, tienen su rol y actúan desde el lugar que pueden, pero entiendo también que la política no se puede reducir al momento de campaña. Hasta ahora, me parece que la opinión popular de los actores políticos de RD (en su mayoría porque nunca se puede totalizar) es que estos se prestan a la "charlatanería", y se ha vuelto tan popular la idea, que hasta lo hemos aceptado. Pero, ¿cómo va a ser que nos sintamos bien con quién nos represente sea un o una "sin vergüenza"? Entiendo que queda de nosotros y nosotras empujarlos fuera de su escenario y reaccionar, lavarnos las caras y pensar en una pregunta simple, pero que conlleva mucha reflexión: ¿Cómo es la sociedad en la que quiero vivir?
Y aunque usted no lo crea, esa sociedad en la que quiere vivir, la van a forjar quienes elijamos como nuestros representantes, y antes de pensar en futuro habría que pensar: ¿A quién he elegido yo para que me represente? ¿Hice mi elección con consciencia? Y luego podemos pasar a: ¿Qué haré en el futuro para el bienestar de mí nación?
Mientras pensamos en nuestras respuestas (sí, porque yo también me hago esas preguntas) me quedaré cantando el hit de los últimos días: teaaaaatrooo, lo tuyooo es puro teatroooo.