El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante en una reunión con decenas de cubanos residentes en Miami, anunció una serie de medidas con las cuales restringe las medidas que había dispuesto el ex presidente Barack Obama en el marco del restablecimiento de relaciones con Cuba.
El mandatario, quien fue presentado a la sala por el vicepresidente Mike Pence, condicionó restablecer las medidas, y otras que impliquen la plena normalización de las relaciones entre La Habana y Washington a que en Cuba se celebren elecciones libres y sean liberados los presos políticos.
"Una Cuba Libre es lo que vamos a lograr dentro de muy poco expresó Trump, quien fue a seguidas aplaudido por los asistentes en la sala donde se desarrolló el acto. Entre los presentes estaba el senador cubano estadounidense Marco Rubio, uno de los principales críticos de Trump.
Trump fustigó duramente al régimen comunista cubano que lidera Raúl Castro, y dijo que tal y como prometió en la campaña electoral que ganó estaba cumpliendo las promesas hechas.
Dijo que prometió denunciar la represión en Cuba y expresó su solidaridad con el pueblo cubano en su lucha por la libertad, para que haga realidad su propio sueño.
Estos cambios de la política estadounidense hacia Cuba, fueron influenciados por recomendaciones de los legisladores cubano-el senador Marco Rubio y el representante Mario Díaz Balart. Esos cambios entrarán en efecto después que los Departamentos de Comercio y del Tesoro redacten las nuevas regulaciones en detalle después del anuncio del presidente.
Entre las medidas anunciadas destacan:
La política pies secos-pies mojados continuará.
El turismo de estadounidenses a Cuba seguirá prohibido, pero se reforzará el cumplimiento de las condiciones de viaje bajo las 12 categorías autorizadas durante el gobierno de Barack Obama.
Los viajes iniciados por individuos no serían permitidos sino en grupos para cumplir con los requisitos de la interacción con el pueblo cubano.
Los nuevos límites a los negocios estadounidenses con Cuba apuntarán directamente al Grupo de Administración Empresarial SA (GAESA), una compañía de propiedad del Ejército cubano que controla el 60% del sector empresarial de la isla, incluido el sector hotelero.
No está claro si las nuevas reglas prohibirán a los visitantes estadounidenses gastar dinero en hoteles estatales y restaurantes, pero específicamente estará prohibido que se alojen en hoteles que no sean de propiedad de ciudadanos cubanos.
La Embajada estadounidense en La Habana no cerrará ni se romperán las relaciones diplomáticas restablecidas en 2015 tras más de cinco décadas de hostilidades.
Los vuelos comerciales directos entre Cuba y Estados Unidos seguirán sin cambios, así como las visitas de cruceros estadounidenses a la Isla.
Sobre los fugitivos estadounidenses que viven en Cuba, Trump reiterará la importancia de acelerar su extradición para retornarlos a la justicia de este país.
Se solicitará la liberación de los prisioneros políticos estadounidenses en las prisiones cubanas.