En un manifiesto divulgado este domingo intelectuales, activistas y políticos plantean que la solución a la crisis política pasa por la renuncia del presidente Danilo Medina.
En un segundo manifiesto de respaldo a la Marcha Verde los firmantes proponen un acuerdo ciudadano político de tres puntos
Un grupo de intelectuales, activistas sociales y políticos lanzó un segundo manifiesto de respaldo a la Marcha Verde donde plantean que la solución a la crisis política que atraviesa la sociedad dominicana desatada por el escándalo Odebrecht pasa por la renuncia del presidente Danilo Medina.
A tono con el primer manifiesto lanzado el pasado 19 de enero con motivo de la primera Marcha Verde, y luego de que la misma se constituyera en “espejo luminoso”, el nuevo documento plantea que la tendencia al quiebre de la hegemonía peledeísta y la irrupción y consolidación de nuevos actores son los dos elementos sobresalientes de la actual coyuntura política.
“Si bien las protestas de la Marea Verde han sido decisivas para la configuración de la actual coyuntura política, se impone el giro hacia un plan de acción concreto de organización y articulación a nivel nacional desde una lógica horizontal y esencialmente democrática”, indica el texto.
Señala que lo que realmente pondría a temblar el sistema corrupto e injusto que tenemos sería la irrupción de nuevos liderazgos y actores sociales y políticos que tengan la confianza y la representación efectivas del gran segmento de la población harto del engaño y la mentira, de manera que se pueda imponer la agenda que necesitamos para producir la transformación integral de las estructuras de poder que garantice un verdadero Estado de derecho.
La agenda propuesta por los firmantes la constituyen tres puntos entre los que se incluyen un acuerdo ciudadano político para luchar por la salida de Danilo y todos los corruptos del poder y la instauración de un nuevo gobierno de transición democrática.
A continuación el texto íntegro del manifestó seguido de la lista de las personas firmantes:
Manifiesto II
POR UN NUEVO ORDEN DEMOCRATICO QUE PONGA FIN A LA IMPUNIDAD
El develamiento del alcance y las profundidades de la trama PLD-Odebrecht ha generado una gran conmoción política en la sociedad dominicana. Las confesiones de Temístocles Montas y Ángel Rondón dejan claro que el poder se sustenta en el lavado de dinero, la manipulación mediática, el maridaje entre los grupos fácticos y económicos, la complicidad y el control de las instituciones del Estado.
Ha quedado evidenciada la ilegalidad del gobierno de Danilo Medina, mandato en el cual han sido vulnerados los principios constitucionales con la inversión de una desbordante cantidad de recursos al margen de la ley, provenientes de los sobornos y las sobrevaluaciones de las obras contratadas con la empresa brasileña.
Este acontecimiento representa una importante base de sustentación para el rompimiento histórico de la legitimidad del régimen del PLD, caracterizado por un poder desmesurado y perpetuado a través de la inequidad y la complicidad de los órganos electorales.
Como contrapartida estamos asistiendo al surgimiento de nuevos actores que ganan confianza en la ciudadanía y ejercen un amplio y diverso liderazgo social que se consolida al ritmo de la marea verde, haciéndonos ver que un nuevo futuro es posible.
Danilo Medina pretendió construir un poder omnímodo e indestructible por medio de la imposición de una reelección institucionalizada e infinita.
Sin embargo, el gran descontento ciudadano es un hecho indiscutible, lo que falta es la conversión del amplio sentimiento de indignación en un plan de acción concreto orientado hacia la transformación integral del actual sistema de dominación que mantiene a la mayoría de la sociedad dominicana sumida en la exclusión económica, en estado de indefensión y vulneración permanente del Estado de derecho.
La Marcha Verde ha demostrado que ante el bloqueo de las instituciones y la debilidad de la oposición política pueden existir formas no orgánicas capaces de auto-organizarse tomando las calles a través de marchas multitudinarias convertidas en un concierto desafiante de voces, ruidos y música que a la vez se tornan espejo de su condición social y política, anunciando así la posibilidad de decidir y abrir un nuevo horizonte de futuro.
Este importante movimiento social ha insertado la protesta en las redes sociales, liberando grandes energías movilizadoras a través de una comunicación instantánea y efectiva que produce y consolida un poder horizontal que desafía, vigila, deslegitima y ridiculiza el poder institucional y las jerarquías políticas corruptas, los poderes fácticos económicos y religiosos, los "ilustres" y las bocinas oficiales.
Antes que una crisis de la democracia asistimos a su potenciación ya que toda autoridad tiene que ser permanentemente sometida a procesos críticos puesto que la democracia se basa en un pacto de confianza limitada hacia los representantes.
Los grandes escándalos de corrupción que envuelven gran parte de la clase política tradicional podrían llevar a muchos al grave error de pensar que estamos ante el naufragio o la muerte de los partidos políticos y que la salida sería la judicialización de la política o la simple apelación a la moralidad pública.
El gran desafío es canalizar las luchas ciudadanas hacia la transformación del sistema de dominación y control que mantiene a más de la mitad de los dominicanos fuera de la capacidad de ejercer sus derechos democráticos y de vivir en un verdadero Estado de derecho.
Sin embargo, es importante subrayar que nos encontramos frente a una crisis estructural del sistema político combinado con la tendencia al quiebre de la hegemonía peledeísta, por lo que no puede perderse la oportunidad de esta importante coyuntura para desperdiciarla en fuegos artificiales.
La lección más evidente de los últimos tiempos es que las reformas significativas no van a surgir de la buena voluntad de los políticos y los poderes fácticos, ni de los resultados electorales, sino que la única salida existente es potenciar la Marcha Verde como un vigoroso movimiento político y social.
El momento demanda modificar las circunstancias sofocantes e intolerables de nuestra vida pública, para lo cual se requiere un análisis profundo que identifique claramente los problemas en vez de concentrarnos en encontrar los culpables en desmedro de la elaboración de una propuesta que nos señale con claridad el horizonte transformador.
Para ello es importante escapar del "circo judicial", su único valor reside en que se ha convertido en el escenario donde todos los excrementos del sistema político y de los grupos representativos del PLD salen a la superficie y donde todo parece indicar que el leonelismo y el danilismo se enfrentan en una lucha a muerte.
LA COYUNTURA POLITICA DEMANDA UN GRAN ACUERDO POLITICO-CIUDADANO
Si bien las protestas de la Marea Verde han sido decisivas para la configuración de la actual coyuntura política, se impone el giro hacia un plan de acción concreto de organización y articulación a nivel nacional desde una lógica horizontal, esencialmente democrática y participativa y enmarcada en la regeneración democrática e institucional de la sociedad dominicana.
Lo que realmente pondría a temblar el sistema corrupto e injusto que tenemos sería la irrupción de nuevos liderazgos y actores sociales y políticos que tengan la confianza y la representación efectivas del gran segmento de la población harto del engaño y la mentira, de manera que se pueda imponer la agenda que necesitamos para producir la transformación integral de las estructuras de poder que garantice un verdadero Estado de derecho.
A tono con lo planteado en los párrafos anteriores, proponemos una agenda compuesta por los tres puntos siguientes:
1. RENUNCIA DE DANILO MEDINA. El objetivo central e inmediato de la lucha ciudadana es producir la renuncia de Danilo Medina por ser un presidente ilegal que se reeligió violando la Constitución y la legislación electoral y utilizando los sobornos y las sobrevaluaciones de las obras públicas contratadas con la transnacional mafiosa Odebrecht, y como consecuencia de ello llamando a nuevas elecciones presidenciales, congresuales y municipales en un término de un año.
2. ACUERDO CIUDADANO POLITICO.
Entre actores políticos y sociales decididos a romper con el sistema de corrupción incluyendo la de sus propios dirigentes. Estos actores se comprometen a trabajar por una democracia pluralista e inclusiva.
El GRAN ACUERDO incluirá los puntos esenciales de la agenda de un nuevo gobierno de transición cuyo compromiso principal será la organización de una Constituyente por elección popular.
3. NUEVO ORDEN DEMOCRATICO. Los actores políticos y sociales movilizados en la Marea Verde asumimos avanzar hacia un nuevo orden político democrático que garantice servicios públicos de calidad, distribución más equitativa de las riquezas, garantía de los derechos y libertades individuales y un sistema electoral equitativo que abra las puertas a los derechos políticos de la ciudadanía.
Firmantes:
Andrés L. Mateo – Escritor
Minerva Altagracia Taveras – Ciudadana
Claudio Antonio Caamaño Vélez – Activista, político
Roberto Álvarez – Abogado
Fátima Pumarol – Activista del movimiento feminista de Santiago.
Ángel Alberto Bogaert – Activista, político EEUU
Fausto Herrera Catalino – Político
Andres Lugo Risk – Abogado y político
Quisqueya Henríquez – Artista
Carlos Morel Investigador
Hecmilio Galván Economista y político
Edwin Rosario Mazara – Activista, político EEUU
Juana Sánchez – Abogada;
Henry Francisco Encarnación – Abogado
Jesús Feris Iglesias – Medico y político
Camilo Medina – Médico
Domi García González – Economista
Elvin Calcaño Ortiz: – Profesor universitario
Cesar Pérez – Sociólogo
Fabiola Vélez Catrain – Ciudadana
Wander Gabino – Abogado;
Porfirio Leonardo – Abogado
Virginia Álvarez Gautier – Ciudadana
Delvis Santos – Comunicador;
Homero Arturo Frías – Periodista
Milagros Ricourt – Profesora universitaria EEUU
César Rodríguez – Abogado
Anthony Stevens-Acevedo – Historiador EEUU
César Mieses – Antropólogo
Nioves Feliz – Profesora
Edwardo Rodríguez – Dirigente estudiantil UASD Santiago
Darío Rodríguez – Excandidato a diputado Alpaís
Olaya Dotel – Politóloga
Reyes Boudier – Comunicador social y activista medio ambiente
Bryan Espinal Excandidato regidor Alpaís, Tamboril
Gnosis Praxis Rivera Caraballo – Escritora
Anselmo Muñiz – Investigador, político
Carlos Eduardo Bogaert – Medico
Luaiti N Santaella – Ciudadana
Felix Reyes Gómez – Ciudadano
Ana Feliz Lafontaine – Profesora de Historia
Diego Girón – Activista, político
Rafael Darío Herrera – Historiador
Pedro Catrain – Abogado, politólogo
Carmen Nathalia Herrera – Comunicadora
Fernando Gil – Medico, político
Melvyn Pérez – Politólogo.
Yoeliza Matos – Activista derechos humanos
Alfredo García – Activista, político
Genaro Rincon – Abogado derechos humanos
Arcadia Bogaert – Abogada
Ángel Dario García – Abogado, político
José Díaz – dirigente deportivo
José Manuel Hernández – Movimiento Revolucionario Caamaño Deñó
Rircy González – Abogada
Alejandro Mejía – Abogado
Alfonso Torres – Periodista
Epifania Santo – Ciudadana
Osvaldo Pereyra – Ingeniero civil
Felipe Santo – Ciudadano
Carmen Dipre – Abogada
Carlos Ramírez Díaz – Arquitecto
Luis Elio, dirigente comunitario
Santiago Molina Ayala – Ciudadano
Alanna Lockward – Escritora
Luis Vicente García – Ciudadano
Félix Alberto Reyes Taveras – Administrador de negocios EEUU
Jeanie María Ramos – Administradora de negocios EEUU
Iván Rafael Martínez Marte – Ciudadano
Lety Melgen – Investigadora, política
Wendy R. Tio – Publicista EEUU
Benito Marte – Contable
Wandys García – Profesora
Ricardo Antonio Borbón – Ingeniero Agrónomo
Carlos Alberto Bogaert – Abogado EEUU
Alexandra Ramírez – Mercadología, activista
Randy Custodio – Regidor, Azua
Polo Paulino – Abogado, comunicador social Santiago
Raquel Rivera, – Activista feminista Santiago
Mayobanex Reyes – Abogado, comunicador
Amelia Muñiz – Medico EEUU
Máximo Laureano – Periodista
Ricardo Ripoll – Activista, dirigente social
Iluminada Cruz Toribio – Dirigente comunitaria
Héctor Turbi – Economista
Nerys García – Mujer, investigadora
Alexis Álvarez – Arquitecto
Rubén Rodríguez – Comunicador, dirigente comunitario
República Dominicana
18 de junio 2017