La muerte súbita se define como la que acontece de forma natural, inesperada y en un tiempo breve desde el inicio de los síntomas premonitorios o el colapso, en una persona en aparente buen estado de salud y que generalmente se encuentra realizando sus actividades habituales, como el deporte en el momento del suceso fatal. A diferencia de la infancia y de la edad adulta, la muerte súbita en niños y jóvenes se debe a una amplia variedad de causas. Las más frecuentes son las de origen cardiovascular, seguida de las enfermedades cerebrales y las respiratorias.
En los niños, existen 2 tipos de problemas cardiovasculares: algunos nacen con ellos y otros son adquiridos después del nacimiento. Afortunadamente, el Dr. Lázaro Hernández, cardiólogo pediátrico y especialista en imágenes del corazón del Joe DiMaggio Children’s Hospital, parte de Memorial Healthcare System del Sur de la Florida nos explica un procedimiento diagnostico no invasivo que puede ayudar a detectar y estratificar el riesgo de padecer de una falta de irrigación del musculo del corazón bajo condiciones de stress.
“La resonancia magnética nuclear es de gran utilidad para evaluar la perfusión (la irrigación de la sangre al corazón) del musculo cardiaco bajo condiciones naturales de reposo y de estrés. Hay personas que tienen una perfusión normal bajo condiciones de reposo, pero cuando practican algún deporte o se exponen a una condición de estrés, pudiera tener afectación de la llegada del flujo sanguíneo al musculo,” explico el Dr. Hernández.
Durante el procedimiento, que no lleva radiación, se administra un medicamento en la vena que produce una dilatación de las arterias coronarias (regadenoson), aumentando el flujo de sangre a las áreas sanas del musculo cardiaco y haciendo evidente la falta de irrigación en las áreas afectadas. Este medio diagnostico se sugiere fundamentalmente en niños en cual se sospecha un problema del flujo sanguíneo al corazón, o que sufran de dolor en el pecho durante el ejercicio, pacientes que hayan tenido cirugía cardiaca que involucran las arterias coronarias o niños con enfermedad de Kawasaki como seguimiento durante su adolescencia.
Desde que se empezó a practicarse este procedimiento diagnostico en enero del 2016, se han evaluado alrededor de 70 pacientes. La forma que se aborda los pacientes con trastornos de la perfusión es diferente porque tal vez no se le permita hacer deportes competitivos. En el caso de que no hubiese sabido, el paciente habría continuado con el ejercicio y podría haber tenido un desenlace fatal,” afirmo el Dr. Hernández.