Descartó la posibilidad de nuevos impuestos y aseguró que la deuda pública se administra con absoluta responsabilidad.
El ministro de Hacienda, Donald Guerrero Ortiz, planteó que la deuda externa, el gasto público ni las medidas adoptadas por la nueva administración de los Estados Unidos amenazan la estabilidad económica del país.
Al participar como conferencista invitado en el Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR, por sus siglas en inglés), Guerrero sostuvo que el gobierno se ha ocupado de determinar los posibles escenarios y medidas que pudieran adoptarse para mantener el clima de estabilidad macroeconómica con baja inflación, estabilidad cambiaria y mejoras constantes en sus cuentas externas.
Frente a un escenario adverso como sería la extinción de los tratados comerciales, Guerrero Ortiz manifestó que para sorpresa todos, "el resultado en términos de variación en las tasas de crecimiento de la economía, creación de empleos y recepción de la inversión extranjera directa sería relativamente menor sobre nuestra economía", según estudios realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El presidente de AMCHAMDR, David Fernández, resaltó durante el almuerzo que el nivel de seguridad jurídica es fundamental en el clima de negocios e inversión en un país, y lo calificó como un elemento que potenciales emprendedores e inversionistas evalúan junto a otros para tomar sus decisiones.
Durante su presentación de la conferencia "Política Fiscal para la Estabilidad Macroeconómica y el Crecimiento Inclusivo", el funcionario afirmó, que no está en la agenda del gobierno hacer un incremento de tasas de los impuestos existentes ni crear nuevas figuras impositivas, por lo que instó a los empresarios que cumplen con sus responsabilidades fiscales a no temer un aumento de esa naturaleza.
Aunque reconoció que ampliar la recaudación de impuestos es el principal desafío que enfrentan las autoridades, dejó claro que "el camino a recorrer es, en primer lugar, atacar decididamente la evasión fiscal".
Informó que en lo que va de año, las recaudaciones aumentaron 11.9% en comparación con el mismo período del año 2016, debido a que las agencias recaudadoras han intensificado la labor de fiscalización con mejoras en los procesos internos, intercambio de información y una acción coordinada para dar una respuesta sin fisuras a los casos que se presentan.
"Es legítimo que el empresario sienta que la carga es excesiva cuando mira a otros que compiten en sus mercados, pero que no están cumpliendo con sus responsabilidades fiscales", manifestó, tras reconocer y agradecer el compromiso de los empresarios y contribuyentes que cumplen de manera activa y pasiva con sus obligaciones.
Guerrero Ortiz precisó que la Dirección General de Aduanas aumentó un 12.9% para un acumulado de RD$51,176 millones; la Dirección General de Impuestos Internos logró un crecimiento de 11.2%, que sumado totaliza RD$196,717 millones y la Tesorería Nacional hizo crecer sus recaudaciones en 19.2% para alcanzar los RD$14,891 millones.
No obstante, observó que el rendimiento del esfuerzo en la lucha contra la evasión tiene un techo, por lo que a su juicio, llegará el momento de sentarse a discutir el régimen de incentivos, los sistemas especiales, exoneraciones y otros mecanismos que generan gasto tributario.
Fue enfático al señalar que los recursos que deja de percibir el fisco por los incentivos que brinda a actividades económicas, no retornan en mayor inversión o aumento de empleo, conforme a estudios realizados sobre el tema de las exenciones.
Recalcó, asimismo, que la mayor parte de los beneficios de adquirir bienes exentos de ITBIS es recibida por hogares de los estratos de ingresos medios y altos, lo que consideró "totalmente ineficiente", en términos de políticas públicas.
SOBRE LA DEUDA PÚBLICA
En este sentido, advirtió que el verdadero riesgo de la economía dominicana no está en la deuda pública, como han querido vender algunos economistas, hacedores de opinión pública y políticos de oposición, sino en la pobre presión fiscal de un 14.6%/PIB frente a un promedio de 23.3% en América Latina.
"Reafirmo ante ustedes que nuestra deuda pública tiene niveles sostenibles y está siendo manejada de manera correcta y responsable", declaró el ministro de Hacienda. Sostuvo que ésta refleja las necesidades de financiamiento del déficit fiscal, cuyo tamaño está definido por un bajo nivel de ingresos y gastos estructuralmente rígidos que provienen de mandatos de leyes.
"Dicho financiamiento representa una necesidad que viene dada por la obligación de atender demandas legítimas e impostergables de infraestructura y servicios sociales en educación y salud. Seguir posponiendo las mismas sería una irresponsabilidad", afirmó el también economista y ex catedrático universitario.
El ministro de Hacienda informó que la deuda del Sector Público No Financiero asciende a US$28,370 millones, lo que equivale a 38.3% del PIB, un porcentaje inferior al promedio de América Latina, que es de 40.8%.
Reveló que durante la gestión del presidente Danilo Medina, la deuda, como proporción del PIB, ha aumentado sólo un 1%, ya que en el año 2013 era el 37.4% del PIB.
Desde la óptica de Guerrero Ortiz, en el contexto actual no hay espacio para incertidumbres ni suspicacias. Explicó que el 84% de la deuda pública está contratada a tasa fija, con un costo promedio de 8.4% y el mantenimiento de un sano balance en la estructura que incrementó a 20.1% la proporción en moneda local, como forma de disminuir el riesgo de tipo de cambio.
La posibilidad de que vencimientos de pagos de capital amenacen sobrepasar la disponibilidad de recursos para hacer frente a los mismos, también ha sido debidamente enfrentada alargando el vencimiento promedio de la deuda a 9.4 años.
Aun así, Donald Guerrero resaltó que seguir expandiendo el vencimiento promedio de la deuda "está a nuestra disposición en la medida en que el país continúe mostrando la calidad de los resultados que consistentemente hemos presentado en nuestras cuentas monetarias, fiscales y externas", lo que constituye una demostración de confianza de los mercados internacionales en la República Dominicana.
Instó a los presentes a mantener optimismo en el futuro del país y a percatarse de que "11 países de la región tienen niveles de deuda superiores al nuestro y ninguno posee las tasas de crecimiento de su economía como a que nosotros hemos podido exhibir".
UNA ECONOMÍA VIGOROSA
El ministro de Hacienda afirmó que la economía dominicana exhibe un gran dinamismo evidenciado en una tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) real de 6.5%, registrada entre 2013 y 2016, y proyectada a mantenerse en torno al 5% hasta el 2020.
Precisó que el año pasado, la acumulación de reservas internacionales alcanzó los US$6,047 millones, los ingresos por turismo US$6,723 millones, las remesas US$5,261 millones, la inversión extranjera US$2,406 millones y las exportaciones US$9,860 millones, lo que demuestra un panorama sólido y sustenta el crecimiento de nuestra economía.
Indicó que el proceso de consolidación fiscal que se ha llevado a cabo ha permitido reducir el déficit consolidado del sector público no financiero de 6.8% del PIB en el año 2012 a 2.7% en 2016.
“Nuestro compromiso es llevar a cabo una política fiscal que estimule ese ritmo de crecimiento”, afirmó el funcionario, al considerar que es la única vía para alcanzar los objetivos básicos que se ha trazado la gestión del presidente Medina para la superación de la pobreza, inclusión social y mejora en la calidad de la vida para todos los dominicanos. Agregó, “que con este propósito coordinamos permanentemente nuestras acciones de política fiscal con la política monetaria que dirige el Banco Central.”
GASTO E INCLUSIÓN SOCIAL
Guerrero Ortiz enfatizó que "nuestra política de gastos persigue racionalidad, inclusión social y efectividad en el uso de los recursos”.
A contrapelo de quienes dicen que “el Estado gasta mucho y mal”, el ministro de Hacienda afirmó que los recursos que utiliza el sector público no financiero no solo están por debajo del gasto promedio de los gobiernos de América Latina, sino que exhiben una eficiencia que ha tenido repercusiones concretas en la mejoría de la calidad de vida de miles de dominicanos.
“El Estado dominicano tiene un gasto que equivale a poco más del 17% del PIB, un porcentaje que está por debajo del promedio de América Latina, situado en 21.4% por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su Panorama Fiscal 2017”.
Subrayó que usar los recursos públicos enfocándose en lograr resultados de calidad es justamente la estrategia que permitió al presidente Danilo Medina sacar de la pobreza a un millón de dominicanos, entre los años 2012 y 2016, y lo que ha impulsado un cambio trascendental en educación, salud, infraestructura vial y próximamente en su capacidad de generación energética, con la entrada en funcionamiento de las plantas de Punta Catalina.
En ese mismo orden, el ministro de Hacienda resaltó que en cualquier escenario de precios de los combustibles, las plantas de Punta Catalina no solo contribuirán a un suministro estable del servicio y a la disminución del costo de generación de energía, sino que implicarán una reducción de déficit corriente del sector eléctrico, al mismo tiempo que permitirá disponer de un espacio fiscal no menor a 1% del PIB, dada su elevada rentabilidad económica.
El ministro de Hacienda explicó que si bien es cierto que el peso de la nómina del Estado en el gasto total ha aumentado, no lo es menos que ese incremento está directamente vinculado a mejoras que se han hecho en términos salariales a maestros, médicos y enfermeras, así como a los policías y militares.
"Más del 50% de todo el gasto en remuneraciones que paga el gobierno central está concentrado en el Ministerio de Educación, donde se ha registrado desde el año 2013, un incremento salarial promedio del orden del 60%”, precisó.
Sostuvo que haber casi duplicado la cantidad de recursos que se dedica a la educación, posibilitó el incremento de la oferta educativa con la contratación de más de 90 mil maestros; la implementación de la tanda extendida, la cual opera en 3,776 centros educativos donde asisten más de un millón 100 mil niños y ofrecer atención a 281,008 infantes de 5 años o menos en las estancias infantiles.
Al citar otros impactos que ha tenido la inversión en el sector educativo, Guerrero Ortiz indicó que entre 2012 y 2016, el analfabetismo bajó de 14% a 7.5%; la tasa de repitencia se redujo de 9.1% a 5.7%; el abandono escolar disminuyó de 3.4% a 2.5% y la tasa neta de matriculación aumentó de 90.2% a 95.5%.
Estas cifras muestran como el desarrollo con inclusión efectivamente va llegando a todos los dominicanos. También pueden constatar que en el área de la salud, la cobertura del seguro familiar alcanzó el 64% de la población en el año 2016 y todos los hogares en condición de pobreza del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) ya están integrados al Senasa, al igual que los pensionados, quienes antes quedaban desprotegidos, precisó el funcionario.