Dominicana Limpia es la iniciativa más trascendente que se haya anunciado en lo que va de año, su implementación exitosa colocaría a la República Dominicana en una perspectiva responsable y eficiente del manejo de sus desechos sólidos.
Es una alianza público-privada de las que ya han mostrado su efectividad en un asunto tan importante como en de la diminución del déficits habitacional en el proyecto Ciudad Juan Bosch, desarrollado en Santo Domingo y replicado en Santiago, con una combinación de tres factores: disponibilidad de financiamiento a bajo costo para promotores y adquiriente en aprovechamiento del nuevo esquema fiduciario; voluntad política gubernamental que ha colocado terrenos e infraestructuras, y sacrificio fiscal para abaratar el costo de las viviendas; un sector privado que construye y comercializa las viviendas.
El resultado: a una familia de clase media baja no solo le resulta asequible la adquisición de una vivienda, sino que además puede desarrollar su vida en un entorno que lo quisieran tener muchas familias de clase media alta: escuelas, guarderías infantiles, centros de salud, parques recreativos e instalaciones deportivas, policías, bomberos, transporte eficiente, todo al costo de una vivienda económica.
Dominicana Limpia reúne tres instancias que unifican y potencializan sus recursos en aras de resolver uno de los graves problemas del país, el correcto manejo de sus desechos sólidos: Gobierno central, Ayuntamientos y el sector privado.
Un país que tiene en la industria turística su principal apuesta de desarrollo no puede seguir manejando la basura de manera tan perjudicial para el medio ambiente, ni que represente una constante amenaza sanitaria.
Desde hace tiempo que el mundo civilizado ha convertido el tema de la basura en una oportunidad para producir riquezas y proteger los recursos naturales.
El 51% de la basura puede ser incorporada a los procesos de reciclaje y ese aprovechamiento puede aumentar en la medida en que se fomente una nueva cultura en el manejo de los desperdicios.
Limpia Dominicana ha enfocado el mejor lugar para crear otra mentalidad: las escuelas, la basura que saldrá de ella estará envasada clasificada de manera que la orgánica se dirija al manejo en los rellenos sanitarios, y a otra vaya a los centros de acopios para el reciclaje, y todos los cabildos serán beneficiados por el pago de cada uno de los centros educativos, cosa que nunca había ocurrido y en este plan es un compromiso del Ministerio de Educación.
Tres concentraciones importantes acaparan más de un 70% de los desechos: El Gran Santo Domingo, Santiago y la provincia Altagracia, y la idea es crear las condiciones para que se produzca el manejo responsable y productivo.
En vez de vertederos que expanden la insalubridad, rellenos sanitarios, y en vez de los buzos que son una representación de pobreza e inequidad, verdaderos técnicos en labor de reciclaje con ingresos apropiados, y las prestaciones sociales y de salud que requieren.
En lo que queda de año el Gobierno destinará 318 millones de pesos para auxiliar a las alcaldías en la adquisición de los equipos necesarios para recoger la basura reclasificada, mientras Cervecería Nacional Dominicana invertiría unos dos millones de dólares.
Se trabaja una ley de residuos que establezca el marco jurídico que regiría a todos los actores del sistema, y se convocarían licitaciones para el manejo del relleno sanitario en los centros de mayor concentración.
Si Dominicana Limpia se consolida, la República Dominicana habría dado un salto cualitativo en un tema crucial.