Santo Domingo, 1 de julio de 2017. En el análisis de coyuntura celebrado este sábado en el Centro Bonó, se abordó el tema de las relaciones comerciales entre Haití y República Dominicana a través de los mercados fronterizos, que se han convertido en el motor económico para más de 211,160 habitantes y miles de familias en todo el país, contrarrestando la falta de inversión pública en las provincias de Dajabón, Elías Piña, Jimaní y Pedernales.
Estas provincias, que están sufriendo una falta de protección por parte del Gobierno de República Dominicana, ven salvada su situación gracias a los mercados fronterizos binacionales y en general a través del comercio con Haití que se ha convertido en un instrumento que contribuye a reactivar la producción.
El mercado de Haití y en especial los mercados fronterizos representan un importante destino para los productores dominicanos y los habitantes de la frontera.
Las relaciones de intercambio comercial en los mercados binacionales y fronterizos con Haití son un factor que de manera significativa permite la reducción del nivel de desempleo en los municipios y provincias fronterizas dominicanas y en las comunas fronterizas haitianas.
Según Sócrates Méndez, Coordinador de los Comerciantes de la Provincia Independencia, “las relaciones comerciales binacionales son las que están dando sentido al mercado laboral local”.
Como se observó durante el análisis de coyuntura, el clima de inestabilidad y la desregulación de los principales puertos comerciales terrestres de República Dominicana en sus relaciones con Haití, se producen por no tener establecidas unas medidas tendentes a asegurar su buen funcionamiento. La falta de reglas claras, espacios de diálogo entre los gobiernos de ambos países, un estamento regulador en el orden jurídico, fiscal, en el sistema de transporte, en las relaciones de compraventa y en la logística de los mercados, son factores que se traducen en elementos que distorsionan la funcionalidad y desarrollo de los mismos.
Por este motivo, una de las conclusiones desprendidas del acto y en la que coincidieron todos los asistentes es la necesidad urgente de abrir un espacio de dialogo binacional que rompa la “veda” creada en el intercambio comercial, en el que se incorporen al mismo a los agentes comerciales y del transporte local que operan en la frontera y se busquen soluciones conjuntas a las diferentes problemáticas que afectan al buen funcionamiento de unos mercados que son de vital importancia para todo el país.