Desde que me llegó la notificación de la demanda que hacía la presidenta de la Cámara de Diputados, Yomaira Medina, en mi contra, sabía que se trataba de un plan para querer ponerle mordaza y cortapisa a la prensa crítica al gobierno, la que apoya el Movimiento Verde que lucha contra la corrupción y por el fin de la impunidad, y los medios que no estamos de acuerdo con muchas cosas de las que están pasando en el país, como la corrupción mediante sobornos y sobrevaluación en el caso Odebrecht y la Termoeléctrica de Punta Catalina. Creemos que es un error querer amilanar el ejercicio de un periodismo íntegro, firme, decente, honesto, respetuoso, objetivo y decidido que defiende siempre los mejores intereses de la Nación, en especial los dominicanos que no tienen voz, que ha sido siempre nuestro estilo comunicacional, porque mientras vivamos será nuestra línea editorial.
El 5 de julio, día en que se iba a dictar la sentencia del juicio de la persecución contra mí, camino al tribunal me adelanté a revelar lo que pasaría en la corte y dije: "De nuevo acudo por ante la 8va Sala del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a las 9 AM, donde la magistrada Suinda Brito Hernández tiene la oportunidad de escribir la historia adecentando la Justicia Dominicana, devolviéndole su credibilidad y respeto ante la sociedad, sólo aplicando lo que establece la Constitución en su artículo 49 y la Ley 6132 de Expresión y Difusión del Pensamiento, que son derechos los cuales no se le pueden conculcar a los ciudadanos y mucho menos a los periodistas que somos centinelas de la nación y garantes de la funcionabilidad de un país que se desarrolla en democracia. No importa cuál sea el veredicto final del tribunal, lo acogeré con humildad y ecuanimidad, porque estoy tranquilo y tengo las pruebas en mis manos con audio y video de que no dije por lo que la diputada Yomaira Medina me demanda, ella puede usar todo el poder que coyunturalmente le favorece, pero que no será para siempre, en caso de que la sentencia evacuada por la jueza Suinda Brito de la 8va Sala no sea conforme al Derecho, ya que según nuestras fuentes la presidenta de la Cámara ha movido cielo y tierra para tratar que los resultados sean a su favor, tendré tiempo acorde a la edad de la legisladora y la mía para esperar y demostrar que de lo que se ha tratado es de una INQUINA contra mi persona, pretendiendo Yomaira con esto limpiar su nombre embarrando el nuestro, cuando quien se despachó con los señalamientos y acusaciones fue un comunicador desde los Estados Unidos buscando notoriedad sin medir las consecuencias del daño que esto iba a producir a las partes…”
A todo el país le ha impactado lo que ha pasado con el expresidente Hipólito Mejía Domínguez que tiene casi 6 años en espera de una condena contra el senador del PLD Wilton Guerrero por difamación e injuria, y no ha habido forma de que den el veredicto condenatorio y lograr resarcir en parte los daños causados a Mejía debido a que el legislador lo acusó de haberse trasladado a Sinaloa para encontrarse con el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán en medio de su campaña del 2012, sin embargo a la hermana del presidente Danilo Medina, en la 8va Sala del Palacio de Justicia con la jueza Suinda Brito logró de forma muy rápida condenar al periodista Salvador Holguín en tan sólo 6 meses, a pagar siete millones de pesos sin haber difamado ni injuriado a la congresista Yomaira Medina, una muestra más de que la justicia dominicana está secuestrada por el poder político y utilizada para persecución represiva.
En medio de los debates cuando nuestros abogados y yo demostrábamos que nunca acusamos ni dijimos por lo que Yomaira nos imputó, y mucho antes de la jueza Brito Hernández dar el veredicto, ya en las redes sociales de los empleados y periodistas asalariados de la Cámara de Diputados y el gobierno estaban celebrando y difundiendo que me habían condenado, lo mismo acontecía dentro del tribunal, con uno de los testigos a cargo, la directora del Plan Social de la Presidencia, Iris Guaba, me dijo a la salida de un receso: "Sigue ahí que te vamos a dar duro", el descaro fue tan grande que faltando dos horas para la jueza tomar la decisión el presidente del Colegio de Abogados, Surún Hernández, fue a felicitar a Yomaira por el triunfo obtenido, el plan que había montado era más evidente por el secreteo y risas a carcajadas que se evidenciaba entre los presentes del lado acusador, incluyendo a Yomaira Medina Sánchez que no guardó la forma y se reía también, y antes de la magistrada venir de deliberar, la rubia de ojos verdes sentó a su esposo Edgar Mejía a su lado, cuando este se mantuvo en la última fila durante todo el proceso, lo que confirma con claridad que ya la señora Medina sabía cuál iba a ser el resultado de la sentencia antes de que la jueza la evacuara.
Nosotros esperábamos que se nos juzgará conforme al Derecho y al video que provocó la demanda de la legisladora Yomaira Medina, no por la presión del poder, y lo digo por la avalancha de ataques que recibí antes y después de la audiencia donde lamentablemente el tribunal de manera injusta y equivocada decidió la condena, la verdad que fue interesante ver cómo Yomaira volcó todo el poder del gobierno incluyendo el de la Cámara de Diputados para tratar de aplastar a un simple mortal periodista que lo único que ha hecho es servirle a la familia Medina y al país, que bueno que fue así porque todo el pueblo dominicano y el mundo pudo ver y confirmar cómo se utiliza el Estado para avasallar a un hombre correcto, de trayectoria intachable y defensor de los mejores intereses de la Nación.
A mis seguidores y al país les digo que no os desesperéis, quien tiene la verdad no tiene prisa, y yo no sólo tengo la verdad sino también las pruebas de que no acusé a la virtuosa mujer Yomaira Medina Sánchez de cosas semejantes a las que ella quiere atribuir a mi persona, todo el que me conoce y le ha dado seguimiento a nuestra carrera comunicacional sabe que el periodista Salvador Holguín es un hombre de probadas solvencias morales y de condiciones excepcionales, porque nunca le he fallado al país ni a mi familia, las cosas que denigran a un ser humano son; robar, violar, matar, estafar, dedicarse al sicariato, malversar fondos del Estado, vender drogas o lavar dinero proveniente del narcotráfico, y ningunos de esos delitos yo los he cometido, por lo que estoy muy sereno y duermo tranquilo, ya que no tengo nada de que arrepentirme ni avergonzarme, sigo con la frente en alto ante la sociedad a diferencia de otros que me han querido detractar y convertirme en añicos pero no pueden debido a que han chocado con una muralla de la moralidad. Por el momento sólo estamos a la espera de que nos entreguen la sentencia que contiene en detalles las motivaciones que llevaron a la jueza a tomar su decisión, para proceder a apelar dicho adefesio jurídico, carente de sustento legal conforme a los derechos consagrados en la Constitución de la República, las leyes y la Declaración Universal de los Derechos Humanos que reza de la siguiente manera en su Artículo 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Quiero dirigirme a mis colegas comunicadores que están al servicio del bocinaje del gobierno y la Cámara de Diputados, pagados por nosotros el pueblo dominicano con el dinero del Estado, le expreso lo siguiente, hay varios refranes que dicen: “Hoy por ti mañana por mí”, “la clase no se suicida”, y “entre bomberos no se pisan la manguera”. Ese periodista al que ustedes hoy tratan de crucificar y llevarlo al paredón sin ningún asidero legal y sin pruebas periodísticas porque no se han detenido a investigar para hablar con conocimiento de causa, es el mismo que les acompañó a ustedes en el 2015 y 2016 con el Quirinazo; junto a Roberto Rodríguez Marchena, José Ramón Peralta, Gustavo Montalvo, Gonzalo Castillo, Rubén Bichara, Gedeón Santos, José Del Castillo Saviñón, Joao Santana y Ángel Rondón para hacer posible la reelección del presidente Danilo Medina, era bueno cuando manejé el caso de Quirino, y ahora soy malo con la demanda de Yomaira Medina, creo que deben revisar sus posiciones porque gracias a Salvador Holguín y Quirino Ernesto Paulino Castillo hoy ustedes están cobrando en el gobierno de Danilo del cual Salvador no ha recibido ni una menta.
A la opinión pública y a los periodistas que no están contaminados por el sistema corruptor con el bocinaje os digo que el que tenga ojos para ver que vea y el que tenga oídos para oír que escuche. He aquí la prueba de que usaron el poder para condenarme a pagar 7 Millones por un hecho que no cometí, esto fue lo que dije con relación al tema en cuestión: “Presidente, por donde quiera que usted pasa la gente dice que ese jefe de Policía inepto e incapaz que usted ha puesto ahí, fue su hermana Yomaira Medina que lo puso; una señora decente como esa, no porque es hermana de Danilo Medina, sino porque conozco su trayectoria, le he dado seguimiento desde antes que Danilo fuera presidente, esa dama no se merece ese trato, que la estén comparando, vinculando, arrastrando en los corrillos y en todos los estamentos de poder del país, como que esta señora actúa por motivaciones de “bragueta”, y eso es inaceptable, yo no estoy de acuerdo, lo condeno. Como le han dañado la imagen a esta distinguida dama, y yo estoy seguro que no es así.” Nunca acusé a Yomaira por lo que ella me demandó, agradezco su ensañamiento contra mí, jamás tendré con qué pagarle, que se lo pague Dios y la justicia divina… El día 5 de julio fui al a la 8va Sala del Palacio de Justicia justo a eso, a buscar justicia, y me encontré con un matadero jurídico y avasallamiento del poder, donde todos mis derechos fueron violados para satisfacer el ego de la presidenta de la Cámara de Diputados, Yomaira Medina, respetamos la decisión de la Jueza Suinda Brito de forma parcial pero no la compartimos, en virtud de que no he difamado ni injuriado, sólo comenté lo que vi en otro programa y las redes sociales pero sin acusar, que es mi derecho y deber como periodista. Seguimos firme, estoy convencido de que en la República Dominicana no perecerá la libertad de expresión y del pensamiento mientras viva.