Santo Domingo, jueves 12 de julio.- Una Conferencia sobre inversión pública territorial convocada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), que reunió a grupos de expertos, alertó sobre las graves secuelas que implican para el país continuar sembrando residenciales en suelos para la producción alimentaria.
El alerta lo lanzó el arquitecto Omar Rancier, encargado del Departamento de Formulación de la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (DGODT), quien citó como preocupantes inversiones inmobiliarias en tierras de alta productividad agrícola los casos de las provincias de Salcedo, Moca y San Francisco de Macorís, el Cibao Norcentral.
La conferencia “Cómo se orienta la inversión pública en el territorio y las experiencias sobre la vinculación con el ordenamiento territorial fue auspiciada por el Viceministerio de Planificación y coordinada por la Dirección de Ordenamiento Territorial.
Rancier lanzó un llamamiento al Congreso Nacional a aprobar definitivamente los anteproyectos de Ley Única de Suelo y Ordenamiento Territorial, marco legal que permitiría remediar la situación denunciada, informó la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
“El Estado está obligado a imponer restricciones a la inversión inmobiliaria en territorios aptos para la agricultura”, dijo, y estimó igualmente preocupante el hipercrecimiento de la ciudad de Santo Domingo, la que aseguró que crece a una velocidad anual equivalente a ocho veces la Ciudad Colonial.
En la conferencia expuso como oradora principal la consultora Irayda Ruiz Bode, quien se refirió a las “experiencias sobre la vinculación de la inversión pública y el ordenamiento territorial”, invitada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la International City Managment Association.
Rancier manifestó que la desaforada urbanización en tierras productivas es un tema inherente a la regulación en la inversión pública, por lo que las autoridades deben afrontarlo con seriedad. “Es necesario y urgente regular a los intermediarios financieros interesados en invertir en tierras altamente fértiles”, aconsejó.
Consideró que el sector financiero presta recursos con demasiada facilidad al sector inmobiliario, al que considera menos riesgoso que a la actividad agrícola para sembrar yuca o plátanos en tierras fértiles, por lo que reiteró su llamamiento al Estado a restringir la construcción de residenciales en suelos fértiles.
Empero recordó que las leyes como las ordenanzas y las normas necesitan instrumentos para ser aplicados y que “el límite urbano para inversiones aquí se perdió hace mucho tiempo y hay que retomarlo para controlar la invasión a tierras productivas”.
PIE FOTO: La consultora Irayda Ruíz Bode expone en el MEPyD acompañada en la mesa por Omar Rancier, Yván Rodríguez, viceministro de Planificación; Roberto Liz, director de Desarrollo Económico y Social y Miguel Hernández, director de Inversión Pública.