Hay quienes opinan que el endeudamiento público repercute favorablemente en el desarrollo de los pueblos. Si nos ubicamos en República Dominicana el FMI (febrero, 2016) coloca en una mano el déficit público consolidado (5% del PIB) y en la otra una deuda pública equivalente al 53% del PIB para el 2020. Otros dicen que la deuda es insostenible, colocando en una mano los recursos tributarios y en la otra los criterios del manejo de la deuda pública.
Habría que preguntar a los actores intervinientes si estarían dispuestos a intercambiar sus posiciones para ver la economía desde otro ángulo, vista la naturaleza de los sectores público y privado, opiniones independientes sujetas al análisis objetivo y opiniones barnizadas por el quehacer político fuera o dentro del poder.
Con o sin intercambio de posiciones hay que mantener el equilibrio en la cuerda flota de la economía. No adicto a las parábolas ni al razonamiento mediático sino al alcance y aplicación del razonamiento lógico como sigue. En fecha 17/3/2017 envié una carta a la Tahseen Sayed Khan, Vicepresidenta del Banco Mundial para el Caribe, en estos términos: "Lamento que programas como estos (crecimiento/pobreza) no sean materia de intercambio con el sector privado, es decir, los sectores productivos de valor agregado, responsables de lo que se conoce como PIB. Digo esto porque a estas alturas es lamentable que los organismos internacionales no hayan encontrado una fórmula que propugne por la igualdad económica basada en el aumento del empleo y reducción o eliminación de la pobreza. Prefiero el término "igualdad económica" a la hora de hablar de crecimiento o desarrollo económico para acortar la ruta que conduce al bienestar".
Quien contesta no es ella sino Alessandro Legrottaglie, Representante del Banco Mundial en el país (carta de fecha 24/3/17) la que resumo en los siguientes términos: "Nuestro programa en la República Dominicana incluye al Sector Privado como un socio constante en nuestro diálogo a nivel nacional, tanto a nivel estratégico como de proyectos. También tomamos parte activa en el diálogo con la sociedad civil para intercambiar sobre sus ideas y prioridades de desarrollo para el país. Claramente nuestro enfoque en la República Dominicana es el crecimiento inclusivo y sostenible alineado a las metas corporativas del Grupo Banco Mundial de reducción de la pobreza y prosperidad compartida y a los esfuerzos de todos los sectores de la vida nacional hacia esas metas".
Buena respuesta. sin embargo obvió el tema de la fórmula que propugna por la igualdad económica basada en el aumento del empleo y reducción o eliminación de la pobreza, (Ref./Google: "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad" y "Teoría de la Desigualdad"), En vista de que la desigualdad es un tema delicado para permanecer encerrado en cuatro paredes decidí publicar el artículo "Mi sincera respuesta al Banco Mundial" en respuesta a la carta del señor Legrottaglie. Luego "Ministerio de la pobreza" en seguimiento al tema de la desigualdad y el rol del financiamiento externo. Posterior a mi carta de fecha 18/5/17 dirigida a Flora Montealegre, Representante del BID en el país, publiqué “Financiamiento y Desigualdad”. A falta de respuesta a mi carta no me quedó más remedio que hacer esta publicación pues en materia de desigualdad no me gusta dejar cabos sueltos.
Sin embargo la Representante del BID declaró (El Caribe, 17/5/17) que el país debe asegurarse de que la deuda que se coja a partir de ahora sea para aportar a los niveles de inversión enfocados en el desarrollo, porque son proyectos de rentabilidad económica y social. En mi citada carta le había recordado que sus declaraciones tendrían relación con la real o supuesta sostenibilidad fiscal a la que se encamina el país advertida por el FMI, según El Caribe. Resumo mi carta del 18/5/17 como sigue: "Dentro de esta teoría (Teoría de la Desigualdad) cabe el financiamiento internacional para generar riqueza en función del aumento del empleo y reducción o eliminación de la pobreza en términos absolutos, procurando alcanzar la "igualdad económica" dentro de un marco de crecimiento no contradictorio con la sostenibilidad de la deuda para diferenciar todo aquello que lo haga insostenible o contradictorio frente a la "igualdad económica" como meta implícita en el crecimiento para primero llegar a ella y luego hablar sobre desarrollo económico".
El “aproach” con Banco Mundial fue en marzo y con el BID en mayo de este año. Luego observamos el siguiente reportaje: "BM encomienda a su vicepresidenta discutir con RD nueva estrategia" (El Caribe, 11/7/17). Se trata de una estrategia en materia crediticia para lo cual el Banco Mundial envió a consultas con el Gobierno a su directora para la región del Caribe, Tahseen Sayed Khaan, una economista pakistaní con larga trayectoria en el banco. La idea era reunirse con los diversos grupos de interés, incluidos funcionarios gubernamentales, socios del desarrollo y representantes del sector privado y la sociedad civil. Le acompañó Alessandro Legrottaglie, representante del Banco Mundial en el país.
Luego otro reportaje: "Ejecutiva BM resalta potencial RD" (El Día, 12/7/17) que reseña la visita de Tahseen Sayed Khaan al Palacio Nacional, donde se abordaron diferentes temas de interés mutuo para República Dominicana y el organismo crediticio. Tahseen Sayed reiteró el compromiso del Banco Mundial de apoyar a la República Dominicana, sobre todo para lograr la visión de la Nación 2030, de un país con un crecimiento más inclusivo. Dijo que el Banco Mundial apoyaría en un crecimiento más sostenible y enfocado en la reducción de la pobreza.
Sugiero al lector, sin ánimo de cansarle o pecar de inmodesto, leer de nuevo mi artículo "Mi sincera respuesta al Banco Mundial". Pero sobre todo "PIB 2.0 – Pacto por la Productividad" y "Teoría de la Desigualdad". En esos artículos planteo la fórmula para aumentar el empleo y reducir o eliminar la pobreza en términos absolutos. Esto lo vengo diciendo desde abril 2012 seguido de otras publicaciones, sin reacción contraria hasta la fecha. Ya el Banco Mundial dio su opinión. El BID opinó detrás del telón. Les recuerdo a estos organismos que de seguir obviando una estrategia o fórmula que aumente el empleo y reduzca o elimine la pobreza en términos absolutos los Objetivos del Milenio (Nación 2030) y los años sucesivos serán siempre una quimera.
Luis Eduardo Díaz Franjul
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