La merenguera Manuel Josefa Cabrera Taveras (Fefita la Grande), fue reconocida este martes por la Cámara de Diputados con un pergamino al ser declarada ícono del merengue típico, una de las mejores acordeonistas dominicanas que ha trascendido y ha brindado aportes a la música popular dominicana.
El reconocimiento se extendió atendiendo una resolución del diputado Tulio Jiménez, aprobada a unanimidad en mayo pasado, donde los legisladores reconocen la carrera de la ganadora del Gran Soberano 2016, premio que otorga la Asociación de Cronistas de Artes (Acroarte) y la Cervecería Nacional Dominicana.
Las palabras del cato estuvieron a cargo de la presidenta de la Cámara de Diputados, Lucía Medina, quien resaltó el reconocimiento a una mujer que desde niña dio señales de que “mente y cuerpo ardían al unísono para armonizar sus destrezas en la ejecución del acordeón y mostrar de manera temprana unas habilidades escénicas extraordinarias”.
“Doña Fefita, no tengo la menor duda de que en este momento, como yo, los corazones de las diputadas, los diputados y todo los presentes estamos imbuidos de un sentir maravilloso y una decena de latidos de aprobación total de este reconocimiento, porque usted es la representación de cada uno de nosotros”, expuso Medina.
Señaló que Fefita es parte activa y fundamental de esa historia y conquista para el pueblo dominicano, por lo que a nombre suyo y de sus colegas diputados, le ofrece una cálida y sincera felicitación.
En tanto, la merenguera típica Fefita La Grande agradeció la distinción que le otorga la Cámara de Diputados y agradeció primero a Dios y a todos los congresistas que hicieron posible el mismo.
“De verdad que me siento orgullosamente de campo en pertenecer a San José, Santiago Rodríguez, pasé de una familia sumamente pobre, salir adelante sin estudios, pero un poquito inteligente, no es fácil”, precisó.
Fefita comenzó su carrera a los 12 años de edad, a mitad de la década de los 50 por influencia de su padre Eliseo Cabrera (Don Seito), quien le enseñó a tocar el acordeón.
Expresó que en su inicio de su carrera recibió el apoyo de los grandes del género como Bartolo Alvarado (El Cieguito de Nagua), Francisco Ulloa y Samuelito Almonte, además del maestro Rafael Solano, quien la invitó a sus giras artísticas internacionales, como Puerto Rico y otras naciones, y por eso se le considera fue la primera que llevó el perico ripíao a Europa.
La resolución establece que el merengue típico fue declarado el 10 de noviembre del 2016, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
“Por la ruta de éxitos, tanto en el país, como en el extranjero, que ha transitado la dilatada trayectoria de la artista Fefita La Grande, esta se ha hecho meritoria de este reconocimiento”, dice la iniciativa.
El pergamino lo entregaron la presidenta de la cámara de Diputados, el vicepresidente Lupe Núñez y demás miembros del bufete directivo.
El acto se realizó en el salón de dignatario Danilo Medina, donde se presentó un documental con parte de la vida de Fefita La Grande, pero la el toque artístico de la actividad de la premiación la dio la niña Leary Sepúlveda, quien motivada por Fefita La Grand, le sigue en los pasos en la música típica.
La Cámara de Diputados en su rol de incentivar el arte y la cultura procedió a obsequiarle un acordeón para que pueda seguir cultivándose en el ritmo típica.