El pitcher Wandy Moya sufre de una severa lesión en su brazo derecho como consecuencia de una cirugía practicada por un médico extranjero sin autorización legal para ejercer la medicina en el país, y por no haber recibido las terapias post-operatorias necesarias.
Dajabón,– Wandy Moya, de 18 años, es un jugador de béisbol que en 2015 firmó un contrato para jugar con los Miami Marlins, L.P. como pitcher en las ligas menores. Sin embargo, en la actualidad el joven tiene una lesión en el nervio cubital de su brazo derecho, tras una cirugía para tratar un desgarre en su codo, la cual fue practicada por un cirujano extranjero sin autorización para ejercer la medicina en el país. El joven y su familia contaron toda su historia al periodista Roberto Cavada, quien visitó su hogar y les realizó una entrevista especial para Telenoticias.
Nacido y criado en la provincia de Dajabón, en un hogar humilde, Moya es uno de los miles de jóvenes dominicanos que sueñan con llegar al estrellato en el béisbol; un sueño que casi se hizo realidad cuando hace dos años fue seleccionado por sus excepcionales habilidades para el deporte y contratado por el equipo estadounidense.
Desafortunadamente, durante su primera temporada el prospecto sufrió una lesión en el codo derecho, caso para el cual los Miami Marlins contactaron al Dr. Douglas David Duncan, especialista en ortopedia deportiva, para brindarle asistencia y evaluar su estado.
El pelotero relata que, tras la referida evaluación médica, el Dr. Duncan determinó que había sufrido un desgarre completo del codo derecho, por lo que era necesario practicarle el procedimiento médico conocido popularmente como “Tommy John”. El diagnóstico fue acogido por el Club Miami Marlins – República Dominicana, el cual aprobó la cirugía, que fue llevada a cabo el 16 de noviembre de 2016, en el Centro Médico Corazones Unidos, y realizada por el mismo medico estadounidense.
La familia Moya asegura que todos los gastos médicos y los honorarios profesionales del Dr. Duncan fueron pagados por el club de béisbol, y que pocos días después de la operación, Wandy fue enviado nuevamente a las instalaciones del equipo, donde permaneció en reposo absoluto; pero revelan que nunca recibió las terapias post-operatorias que requiere el tipo de cirugía a la que fue sometido; y que posteriormente fue enviado de regreso a su casa en Dajabón.
El joven señala que desde entonces no ha recibido atención médica ni el seguimiento que está obligado a dar el equipo de béisbol con relación a su incapacidad. Así mismo, muestra la lesión de su brazo derecho, ubicada en el nervio cubital, que afecta la sensibilidad y movilidad de sus dedos, y le provoca serias molestias y calambres constantes que le impiden continuar con su sueño.
La familia del joven pelotero concluye que el equipo de los Miami Marlins debe cumplir su contrato con su hijo Wandy, por lo que, en vez de abandonarlo a su suerte, deben encargarse de que reciba terapia y se le realice una segunda cirugía imprescindible para su adecuada recuperación. Además, ven con preocupación cómo el equipo estadounidense contrató los servicios profesionales del Dr. Duncan, sin éste contar con las autorizaciones requeridas por ley para ejercer la profesión de la medicina en República Dominicana, siendo una grave violación a las leyes de salud del país.