Ante la comunidad internacional la RD y su gobierno pasa como una nación apática, indiferentes, que no le duele lo que ocurre con los habitantes de otros pueblos hermanos, como es el caso que nos ocupa.
Por Rigoberto Bello.
En virtud de la caótica situación económica, política y social que vive la Venezuela de Maduro, que a su vez ha devenido, en un rompimiento del orden constitucional, ya es momento que por la salud democrática latinoamericana, la Republica Dominicana rompa con el régimen de fuerza de Venezuela.
Maduro y su grupo político, han buscando cuantos subterfugios legales estén a su disposición, para retener el Poder a la fuerza y desconocer la voluntad popular que pide elecciones en las calles.
La actitud pasiva del gobierno dominicano deja mucho que desear, al establecer que el pueblo venezolano es quien debe resolver su situación, sin embargo mientras el hacha va y viene, más de 140 personas han perdido la vida, luego que estallaran las protestas el pasado abril.
Ante la comunidad internacional la RD y su gobierno pasa como una nación apática, indiferentes, que no le duele lo que ocurre con los habitantes de otros pueblos hermanos, como es el caso que nos ocupa.
La RD no es Cuba, Bolivia, Nicaragua, que por asuntos ideológicos y económicos tienen un compromiso con Nicolás Maduro. Venezuela no regala petróleo a la nación dominicana, para que nosotros como país estemos permitiendo el maltrato y el desconocimiento a la oposición política, y lo peor, la muerte sin misericordia por parte de las fuerzas de seguridad a ciudadanos indefensos. Esto no se puede tolera mas.
En estos momentos líderes de la oposición venezolana como son Leopoldo López, Ledesma entre otros, están siendo encarcelados, y ante esa situación la RD no se debe quedar de brazos cruzados, pues ya es hora de que tome una posición firme como lo han manifestado los gobernantes de otras naciones hermanas.
Al parecer al régimen venezolano no le importa nada, solo retener el Poder a como de lugar, y ante esa situación la RD está en el deber de asumir una actitud responsable con el pueblo de Venezuela, que atraviesa por una de sus peores crisis sistémicas.
Al ver tantos nacionales venezolanos migrando hacia la RD, dedicándose a hacer cualquier oficio para ganarse la vida, muchos de ellos con títulos universitarios y deambulando por las calles dominicanas, es momento de decirle: Presidente Danilo Medina ya rompa con la Venezuela de Maduro.