He reexaminado una y otra vez las respuestas ofrecidas al diario El País por el abogado español Rodrigo Tacla, delatado por Odebrecht como colaborador en operaciones ilícitas y pedido en extradición por la justicia brasileña, que ha sido negado por la española. ¿Qué he encontrado? Fabulación, mentiras, refritos y folklore.
La primera respuesta graciosa y presumidora de dominio pleno de la operatividad de la empresa se produce ante la pregunta: “¿Cómo actuaba Odebrecht?”, que él responde: “La constructora lo arreglaba todo pagando. Repartía comisiones al funcionario más bajo de la Administración y al jefe del Estado”.
La firma está presente en 27 países y solo en doce confronta acusaciones de sobornos, por lo que es evidente que no todo se realizaba sobre esa base y aun en los lugares donde se ha detectado esa irregularidad nadie discute la calidad de las obras de la empresa, sus excelentes medidas de seguridad y protección, así como eficiencia en la ejecución y viabilidad de financiamientos, lo que dice que poseía atributos que podían inclinar la balanza a su favor, sin que en todo tuviera que haber sobornos.
Sobre República Dominicana produce una “revelación” que probablemente leyó en los propios medios dominicanos que han reproducido como noticia el refrito de que el departamento de Operaciones Estructuradas, que era a través del cual se hacían pagos de sobornos, fue trasladado a nuestro país. Eso se conoce desde que empezó a ventilarse públicamente el expediente Odebrecht.
Pero esa verdad repetida tiene el propósito de hacer pasar como tal una mentira: “Odebrecht tenía una relación muy cercana con el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina. Y recomendó a Medina al publicitario Joao Santana”.
Que hubiera trato y buena relación entre el presidente de la República y una empresa que tiene a cargo varias de las ejecuciones más importantes, es un hecho que no hay por que negar y carece de por si de connotación anómala, pero la afirmación de que Odebrecht recomendó al publicista Santana es absolutamente falsa.
Pruebas: en la delación premiada de Marcelo Odebrecht, que cantó hasta la lotería, no figura ese señalamiento, pero tampoco aparece en la de Marcos Vasconcelos Cruz, jefe de Odebrecht RD en el periodo en cuestión. Pero además Joao Santana y su esposa Mónica Moura, han dicho con claridad que RD no figuró entre los países para los que recibieron aportes económicos de Odebrecht.
Otro elemento que repite algo que he sostenido desde los inicios del escándalo, es que los montos de sobornos duplicaran o triplicaran la totalidad de lo admitido para doce países. He sustentado que ese monto se acomodó para encuadrar el pago de la multa a Brasil, Suiza y Estados Unidos, pero que no cuadra con la realidad.
Lo folclórico es lo de las fiestas que supuestamente se preparaban para funcionarios, legisladores y políticos, con damas de compañías importadas desde Brasil, que eran grabadas en lances íntimos con los participantes del agasajo, para luego usar las imágenes como instrumento de chantaje.
Ese elemento, antes que aportar a la judialización del principal elemento a perseguir, que es el soborno, relaja y dispersa el enfoque de la investigación, pero también evidencia que cojo y mentiroso no llegan lejos, porque quien concluye agregando ese tipo de chantaje al modus operandi de Odebrecht, había empezado diciendo que la empresa lo resolvía todo pagando.
Así de frágil la nueva historieta tirada de los moños para dañar a Danilo.