Por Lázaro Cruz.- Nuevamente queda demostrado. Más allá del chisme y la mezquindad política, con apenas once meses al frente de la alcaldía de Hato Mayor, el joven Odalis Vega está demostrando tener visión de futuro y conciencia del compromiso asumido con su pueblo.
Mientras otros se afanan por intentar salpicar con el salitre de la envidia la dignidad y trayectoria de una familia intachable y a su laboriosa gestión, este joven está demostrando poseer las condiciones y el talento necesarios para perpetuarse y llevar a esta provincia hacía estadios del progreso y la prosperidad tan anhelados.
Muestra de ello es el amplio programa de obras y gestiones iniciado desde antes de asumir el cargo, afianzado con un extenso programa de inauguraciones, de logros y respuestas para su pueblo, nunca antes recibidos por los hatomayorenses.
El remozamiento del cementerio municipal Cristo de los Milagros, la reconstrucción de la entrada, hermoseada con el monumento al cítrico y el ganado y la escuela técnico vocacional, validado por el Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) y próximamente el remozamiento del Palacio Municipal, convertido en museo, por solo mencionar algunas, hablan más que miles de palabras de una gestión que no ha escatimado esfuerzos por responder eficientemente a las necesidades de la población.
¿Qué hacen o han hecho a favor de la población aquellos que tratan de cuestionar sin éxito la novedosa gestión del alcalde Odalis Vega?
Debemos tener más conciencia y la suficiente dignidad para recordar que las apetencias particulares y personales, cuando se quiere avanzar como comunidad o nación, deben siempre estar supeditadas a las necesidades colectivas.
Aquellos que critican con el dardo venenoso del resentimiento son los que ven en el joven alcalde Vega lo que ellos no han podido, ni podrán ser jamás. Aquellos que se preocupan más por lo que tienen que por lo que les hace falta a los demás.
Siga adelante Odalis Vega, que además de la protección divina cuenta con el respaldo de su pueblo y de su inigualable tesón por servir a los demás.
Como plasmara el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, (1808) en el poema ‘Ladran’ (Kläffer), el cual decía:
“Ladran con fuerza… Quisieran los perros del potrero, por siempre acompañarnos, pero sus estridentes ladridos, sólo son señal de que cabalgamos.”
Hato Mayor avanza.