Reinaldo –Pechito- Pared Pérez, secretario general del Partido de la Liberación Nacional y presidente vitalicio del Senado de la República, anunció que su organización será lanzada a las calles para defender (?) las gestiones gubernamentales de Leonel Fernández (?) y Danilo Medina de quienes, ejerciendo un derecho Constitucional, están reclamando –¡que crimen!- el cese de la corrupción y el fin de la impunidad que impide se haga justicia en más de 200 casos denunciados por la población durante los últimos años.
Todo parece indicar que protestar contra la corrupción que sacude al país, es un delito. (Ya las 3,500 bocinas que generosamente paga el gobierno están en los medios de comunicación cumpliendo con el mandato).
Al ver al dirigente oficialista hablando con la arrogancia y la prepotencia que lo caracteriza cuando está en el poder (en la oposición es un manso gatito) me llené de pánico recordando tiempos que creí desvanecidos en el tiempo.
Trujillo mantuvo siempre su gente en las calles a través del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) aterrorizando, apresando, desapareciendo, torturando y asesinando, hasta por sospecha, a cualquier ciudadano no importa que fuera un adepto del régimen.
El terror que vivió el país durante más de 30 años ni siquiera la historia podrá relatarlo con exactitud. La labor de inteligencia y caliesaje era sangrienta y despiadada. Familias enteras fueron aniquiladas donde Trujillo no era “el Jefe”.
Pechito me retrotrajo a esos años…
Recordé también -¿cómo olvidarlo?- que los Paleros de Balá tomaron las calles tanto de Santo Domingo como de muchas ciudades del interior para agredir a los que llegaban al país en procura de restaurar la democracia y la libertad, tras el ajusticiamiento de Trujillo. (¡Nunca mejor matado ni mejor muerto!)
Balá y sus paleros aterrorizaron las calles y las llenaron de sangre, pero el pueblo no se intimidó y siguió su lucha. José Antonio Jiménez, que así se llamaba al regordete maldito, terminó asesinado en 1968 tras fugarse de la cárcel en 1966. Nadie lamentó su muerte, como suele suceder en esos casos.
En 1970 se creó el Frente Democrático, Anticomunista y Antiterrorista, conocido como “La Banda Colorá”. Un grupo paramilitar también tomó las calles para defender el régimen despótico y criminal de Joaquín Balaguer impuesto por Estados Unidos tras la invasión de 1965.
Recuerdo los asesinados de valiosos jóvenes dirigentes estudiantiles y políticos, como Amín Abel Hasbún, los cinco muchachos del Club Héctor J. Díaz, entre muchos otros. Recuerdo –Pechito- el llanto de mi madre Cielo cuando tuve que abandonar el barrio Villa María porque la Banda me buscaba para darme una pela o matarme, al igual que a muchos otros.
Por eso, cuando el bravucón secretario general del PLD habla de salir a las calles a defender la corrupción y la impunidad de los gobiernos de su partido, me horrorizo. Sé de lo que es capaz esa gente para no salir del poder.
Me pregunto ¿quiénes saldrán a las calles a defender la impunidad y la corrupción para enfrentar a los que marchan pacíficamente, sin más armas que la palabra y la razón, para erradicar esos males que tanto daño le hacen al país?
Espero ver a Pechito, creador del barrilito y presidente del Senado que aprobó la mayoría de los préstamos de Odebrecht y la modificación de la Constitución en tiempo récord, predicando con el ejemplo, primera fila enfrentando al pueblo.
Ahí estaré también, pero en la otra acera, junto al pueblo vestido de verde, rojo, blanco, azul y amarillo, como un arcoíris de libertad y justicia, luchando contra la corrupción y la impunidad del PLD.
Nos encontraremos todos en las calles, pues como dice el amigo Guido Gómez Mazara, “el miedo terminó en el baúl de un carro” el 30 de mayo de 1961.