Excitación o placer sexual a través de Fantasías con Niños
Por Raydina Lora
La paidofilia o la pedofilia es un trastorno psiquiátrico en el que un adulto experimenta una atracción sexual primaria o exclusiva en niños, generalmente entre 8 a 12 años.
Existen pedófilos de todas las clases sociales pero, los más peligrosos son aquellos en los que el niño confía por naturaleza, como un familiar, un amigo de la familia, o aquellos que el niño idealiza por sus funciones, como un sacerdote, profesor o un policía.
Las conductas pedófilas son muy heterogénea, desde casos inofensivos hasta aquellos que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. El origen de esta tendencia anómala puede estar relacionado con el aprendizaje de actitudes extremas negativas hacia la sexualidad o con el abuso sexual sufrido en la infancia así como, con sentimientos de inferioridad o con la incapacidad para establecer relaciones sociales y heterosexuales normales.
Los abusadores tienden a hablar de los niños o a tratarlos como si fueran adultos, suelen asegurar que aman a todos los niños o sienten como si aún lo fueran. A la vez buscan niños vulnerables a sus tácticas, porque carecen de apoyo emocional o no reciben suficiente atención en casa e intentan convertirse en la figura paterna para el niño.
Algunos pedófilos se aprovechan de los niños de padres solteros que no pueden supervisarlos con mucha frecuencia. Estos normalmente emplean un gama de juegos, trucos, actividades y lenguaje para ganarse la confianza o para engatusar al niño, por ejemplo: (guardar secretos, ya que los secretos son importantes para la mayoría de los niños, porque los ven como un asunto de adultos y como una fuente de poder).
También suelen emplear cariño, besos, tocamientos indebidos, comportamientos provocativos, exposición del menor a material pornográfico, extorsión, soborno, adulación y lo que es peor, afecto y amor.
Por estás razones, ten en cuenta que estas tácticas se utilizan básicamente para aislar y confundir al menor. Por eso, Participar lo más que puedas en la vida de tu hijo es la mejor manera de protegerlo contra posibles abusadores. Ellos buscarán un niño vulnerable y que no reciba mucha atención por parte de sus padres.
Preséntate en sus juegos, prácticas o entrenamientos, acompáñalo a sus viajes de excursión y dedica parte de tu tiempo en conocer a los adultos que son parte de su vida. Deja en claro que eres un padre presente y que participas en su vida.
La autora es Licenciada en Orientación y Psicopédagogia.