De Punta Rusia hasta Sabaneta de Yasica las obras viales que ha emprendido el gobierno como consecuencia de la última temporada de lluvias que arrasaron con los puentes, caminos y carreteras de la provincia Puerto Plata, se encuentran en entre un 30 y 40 por ciento de ejecución.
Lo que implica que las autoridades de Obras Públicas se toman el asunto con mucha calma, cuando la prioridad invita a ir entregando obras paso a paso. No es posible permitir que el camino hacia la bahía de Luperón esté convertido en un desastre inconcluso, o que desde Maimón y su puerto de cruceros no se pueda llegar a Luperón siendo la segunda población más cercana a dicho puerto después del municipio de Puerto Plata.
Es decir, no se observa organización alguna en lo referente a la condición de polo o zona turística de dicha provincia, todo ha quedado en manos de la improvisación y del populismo de unos políticos que exhiben capacidad gerencial en los medios pero que una visita de supervisión y de reconocimiento sobre el terreno podría dejarles muy mal parados. La carretera Navarrete Puerto Plata luce no solo inconclusa sino abandonada, la de Navarrete al Cruce de Guayacanes es ya un camino intransitable debido al desorden urbanístico que presenta.
Sosúa y Cabarete presentan una situación similar hasta Sabaneta de Yasica, es decir hasta su frontera con la ciudad de Moca. Los ministerios de Turismo y de Medio Ambiente, de forma descoordinada han estado trabajando en la zona, pero solo es visible la entrada y salida de camiones de los ríos Veragua y Bajabonico extrayendo agregados. No existen planes de reforestación ni de conservación de ninguna área contigua a ríos, arroyos y cañadas; tampoco se hacen previsiones sobre los asentamientos humanos, los cuales siguen no solo existiendo sino expandiéndose en zonas vulnerables ante la mirada cómplice de las autoridades responsables de que el desorden no impere.
Nos preguntamos ¿qué espera el gobierno del sector privado? Esta pujante región cuenta con emprendedores privados que van más allá de lo razonable sin apoyo oficial, es mucha la producción agrícola y ganadera de la zona pero la mano oficial en asuntos de infraestructura y de superestructura deja mucho que decir.
Nos preguntamos ¿qué impide a turismo, medio ambiente, Obras públicas la Liga Municipal Dominicana, etc., coordinar acciones conjuntas con los ayuntamientos a los fines de maximizar los magros recursos estatales en acciones pro positivas? Por ejemplo, determinar que las casas se construyan a determinadas distancias de las vías públicas y de las áreas de peligro ante tormentas, o bien que el diseño frontal exterior de cada construcción, presente determinado patrón. Para tomar medidas funcionales elementales como estas no se requieren millones se requiere de voluntad, de trabajar sin demagogia ni politiquería. Por qué Medio Ambiente no se da una vuelta por las granceras para ver donde están yendo a parar los agregados de nuestros ríos, ¿por qué no emprende un plan de reforestación con la seriedad que el caso amerita? Para lo cual, dada la productividad de la región debería asociarse con Agricultura.
Otro aspecto de la problemática que comentamos es el referente a salubridad, se observa en la zona la inexistencia de políticas de sanidad pública en el manejo de alimentos, bebidas, es más, hasta el transporte de mercaderías para consumo humano es deplorable ante la mirada indiferente de las autoridades responsables.
Si queremos desarrollo del turismo, debemos reconocer que el turismo es modernidad, ordenamiento, estándares de calidad y solución oportunas de las trabas y las deficiencias existentes que impiden su desarrollo. El turismo puede llevarnos al desarrollo pero esto solo lo hará si respetamos las exigencias modernizantes del mismo.
El peor mensaje viene de las instituciones públicas. Quizás porque desde la cartera poco o nada se hace para que cada dominicano posea una clara consciencia turística que debe iniciar en las escuelas y que no debe detenerse en las universidades, es verdad. Pero si las instituciones públicas no coordinan ni señalan el camino a seguir con ejemplos concretos, sin dar el ejemplo, es probable que estemos arando en el mar y sembrando en el desierto. DLH-21-7-2017