Japón está en alerta y le gobierno del primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo en una breve declaración a los medios que su gobierno hará "todo lo posible para proteger con firmeza las vidas de la gente".
"Amenaza grave y sin precedentes" dijo en medio del estupor causado por el hecho provocado por Corea del Norte.
El ministro portavoz del Ejecutivo japonés, Yoshihide Suga, describió los hechos como "una amenaza grave y sin precedentes".
Dijo luego que Tokio dará "los pasos apropiados" en respuesta.
La radio pública japonesa NHK reportó que el misil se partió en tres pedazos antes de caer en las aguas cercanas a Hokkaido, la segunda isla más grande del país.
El misil balístico sobrevoló la isla de Hokkaido, en el norte de Japón, y acabó en el mar a más de 1.100 km del territorio nipón.
La información, adelantada por el gobierno de Tokio, fue corroborada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y por Corea del Sur minutos más tarde.