Desde el final de la Era de Trujillo hemos estado oyendo las dos campanas de la economía dominicana: los de abajo dicen que todo está mal y los de arriba dicen que todo está bien. En lo que a mí concierne solo me interesa la lucha contra la desigualdad en la República dominicana o en cualquier país pobre en el mundo sin perder de vista el punto básico de la economía, es decir la escasez como punto de partida en búsqueda del bienestar nacional.
Hay muchas maneras de lograr ese bienestar solo que dentro de esta amalgama todo el mundo quiere ser el dueño de la verdad absoluta ignorando nuestros límites como seres humanos. En mi caso lo único que tomo en cuenta es la constante creación de riqueza material (bienes y servicios) para reducir o eliminar la desigualdad en términos absolutos. Veamos.
La Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE), el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) y la Corporación Dominicana de Hoteles (Corpohotels) conformaron un búnker empresarial de riqueza material en el Estado de la Era de Trujillo. De acuerdo con el reportaje "Estado dominicano, el más burocratizado de la región" (El Dinero, 7/9/17) el estado tiene unas 366 instituciones gubernamentales en la actualidad. Llamaremos "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros" al debilitado búnker empresarial del Estado de la Era de Trujillo junto con los bienes y/o valor real de los activos del estado post-Trujillo y/o Estado Social y Democrático de Derecho. El lado opuesto de este entorno son las "Empresas Privadas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros". Si queremos hablar de productividad pública y privada para reducir o eliminar la desigualdad en función de la constante generación de riqueza material hay que mencionar al santo y la oración.
Según el reportaje "Tasadores exhortan al gobierno a valuar los bienes del Estado" (Diario Libre, 14/8/17) se desconoce el valor real de los bienes del Estado "por lo que es difícil crear políticas públicas en base a prioridades si no se determina el valor de los bienes, el valor de los activos a nivel general, motivo por el cual el Estado debe embarcarse en ese proyecto para beneficio de toda la sociedad". En este caso, para mayor claridad, hay que clasificar las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros" para diferenciar dichas empresas de aquellas instituciones gubernamentales con o sin razón de ser, con o sin relación alguna con la productividad. De igual manera diferenciar las obras de infraestructura que contempla el capítulo "Construcciones" del Presupuesto General del Estado, en este caso obras de carácter productivo que generan ingresos por servicios prestados a la ciudadanía, contrario aquellas obras construidas sin pensar en el retorno de la inversión convirtiendo así la inversión en gasto aunque tengan justificación.
En tal sentido hay que saber cuáles son las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros" y las obras de infraestructura de carácter productivo a la hora de hablar del comportamiento económico en general. En cuanto a la productividad pública hay que parir de las 366 instituciones gubernamentales, las Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros y las obras de infraestructura que contempla el capítulo "Construcciones" del Presupuesto General del Estado. Si de comportamiento económico se trata hay que tener en cuenta tanto el retorno de la inversión cimo el aporte de la riqueza material del sector público al PIB para definir el "PIB Estatal". Esto así para diferenciar el PIB Estatal del gasto público no productivo y del PIB del sector privado formal y/o sectores productivos de valor agregado.
El lado práctico de la desigualdad se basa en los siguientes puntos: No.1 – Conocer en detalle la riqueza concentrada en las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financierros". No.2 – Calcular el aporte de esa riqueza al PIB para definir el PIB Estatal (Ref./Google: "PIB 2.0 – Pacto por la productividad"). No.3 – Calcular el "PIB del "Sector Privado Informal RD", visto como tarea pendiente del Banco Central. No.4 – Definir el PIB Nacional uniendo el PIB de los sectores público y privado. Y No.5 – Llevar a cabo la firma del "Pacto por la Productividad" entre ambos sectores para poner en práctica la Teoría de la Desigualdad siempre y cuando el Banco Central defina el PIB del "Sector Privado Informal RD", para completar el ciclo. Mientras eso sucede se puede obviar por el momento el punto No.3 y seguir adelante.
En la sincronización de esos cinco puntos se concentra la lucha sin tregua contra la desigualdad partiendo de la riqueza material para reducir o eliminar la pobreza en función del aumento del empleo consecuencia de una constante generación de riqueza de lo contrario la desigualdad siempre será un tema estático y de debate cotidiano. La cara opuesta de las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros" son las "Empresas Privadas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros". Esta combinación encierra una constante creación de riqueza al margen del "Sector Privado Informal RD" y la ciudadanía en general. Sin embargo dentro del estado post-Trujillo ha sido el sector privado formal, el informal y la ciudadanía en general los que en grado sumo convierten la riqueza material en dinero líquido (impuestos directos e indirectos) para darle forma al Presupuesto General del Estado cada año.
Como el PIB del sector privado ya está definido en el punto No.4, de acuerdo con el Banco Central, faltaría por definir el PIB Estatal (punto No.2) y su aporte al Presupuesto General del Estado partiendo de los beneficios de las "Empresas Públicas de Bienes y Servicios – Financieros y No Financieros" y de obras de infraestructura productivas. De igual manera los impuestos del "Sector Privado Informal RD", convertido en formal una vez definida su participación dentro del PIB. Por tanto la última fuente de ingresos al presupuesto serían los impuestos indirectos pagados por la ciudadanía en general. Quiere decir que el presupuesto obtendría sus ingresos partiendo de las siguientes fuentes: 1 – Sector privado formal (impuestos directos). 2 – Sector privado informal (impuestos directos, cuando llegue su momento). 3 – Beneficios de las Empresas Públicas de Bienes y Servicios, y 4 – Ciudadanía en general (impuestos indirectos).
Tenemos así un cuadro completo del dinero líquido que ingresa al Presupuesto General del Estado derivado de la riqueza material de la sociedad en general. Lo ideal sería revestir la riqueza material y su liquidez con fervor patriótico que conduzca al logro de la independencia financiera y económica de la nación, mejor aún con la construcción de obras de infraestructura y creación de nuevas empresas públicas de bienes y servicios para decretar la formalidad del Estado dentro de la economía nacional, obligandolo, aunque suene grotesco decirlo así, a comportarse como un sector económico de valor agregado como otro cualquiera una vez definido el PIB Estatal.
La "Teoría de la Desigualdad y/o PIB 2.0 – Pacto por la Productividad" apuesta a la funcionalidad de los cinco puntos antes señalados. Una vez definido el PIB Nacional de parte de todos los actores es un imperativo la firma del "Pacto por la Productividad" entre los sectores público y privado de lo contrario no es posible materializar el "lado práctico de la desigualdad". Digo esto para poner los pies sobre la tierra, para no esgrimir la defensa de un progreso económico y social ajeno a la desigualdad y al progreso pues lo demás es aleatorio. Esto a título recordatorio para develar aquellos "faltantes" que atentan contra la independencia financiera, económica y política de la República Dominicana. El capítulo se cierra con la publicación mensual en los medios escritos de los ingresos y gastos del presupuesto como era la práctica en la segunda mitad del siglo XX. También conocer los programas de gobierno de los partidos políticos antes del certamen electoral para que no nos agarren "asando batatas", como le sucedió a Horacio Vásquez en el mes de febrero de 1930. A la Junta Central Electoral (JCE) que tome nota.
Lo que pretendemos con la "Teoría de la Desigualdad" es el fomento de la productividad entre los sectores público y privado para el logro de una "igualdad económica" derivada de la riqueza material y/o crecimiento económico en beneficio del bien común. Se trata de una fórmula que busca la reducción o eliminación de la pobreza en función del aumento del empleo consecuencia de la generación de riqueza. Lo primero es definir el grado de la "igualdad económica" antes de hablar de "desarrollo económico" para no desnaturalizar el crecimiento económico que genera la riqueza material. Al parecer una explicación tan sencilla no es asimilada por el sector público, el privado y organismos internacionales a la hora de cuestionar o ponderar un crecimiento económico que le haga frente al problema de la desigualdad. A falta del Pacto por la Productividad la desigualdad se convierte en pura "retórica económica" y el progreso siempre será relativo.
El sector privado formal debiera cooperar con el Banco Central para descifrar la formalidad del "Sector Privado Informal RD". Sería lo ideal para luego requerir del Estado el cálculo del PIB Estatal para formalizar la economía dominicana. Según el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) el empleo formal en el período 2012-2016 pasó de 1,713,114 a 2,097,726 (incremento de 384, 612 personas). Sin embargo somos un país de 10 millones de habitantes donde la pobreza alcanza 3,895,837 personas (Oxfam Internacional, Diario Libre – 28/8/17), si queremos ver la pobreza desde el punto de vista integral partiendo de la Teoría de la Desigualdad, no desde el punto de vista de los sectores público y privado a falta de una fórmula que unifique la productividad de ambos sectors para combatir o eliminar el desempleo y la pobreza en términos absolutos.
Hay distintas maneras de combatir la desigualdad, solo que los cinco puntos que hemos señalado enfatizan la unión que debe existir entre los sectores público y privado para reducir o eliminar la desigualdad en la República Dominicana como también en cualquier país pobre o en vías de desarrollo. Para eso el Estado tiene que pensar en generar riqueza partiendo de sus propias entrañas para producir ingresos que permitan hacerle frente a la desigualdad conjuntamente con el sector privado. Es tiempo de que el Estado deje de vivir cómodamente recostado del sector privado, la ciudadanía, bonos soberanos, empréstitos y donaciones internacionales. Los últimos dos son ingresos al presupuesto que nada tienen que ver con aquellos que pueda generar el sectores público para hacerle frente a la desigualdad junto con el sector privado.
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Antes de terminar quiero señalar que no estoy en contra del endeudamiento comprometido con la solución integral de la desigualdad, como hemos explicado. Repito y amplío: "Lo ideal sería que el Consejo Nacional de Competitividad (CNC), el sector privado y el Banco Central de la República Dominicana desplieguen mayores esfuerzos para definir: 1 – El PIB Estatal, y 2 – El PIB del Sector Informal Privado RD". Es la única manera de determinar la real riqueza material del país y/o PIB Nacional que contribuya no solo con el bienestar nacional sino con el fortalecimiento de una independencia financiera y económica que tenga como norte el combate contra la desigualdad. No solo se trata del fomento empresarial público privado para reducir o eliminar la desigualdad sino también del fortalecimiento empresarial mediante el emprendimiento y la innovación junto con la formación de nuevas empresas acorde con los nuevos tiempos. Sobre el tema de la desigualdad he escrito unos 32 artículos. Aquellos que muestren interés por el tema con gusto les paso los títulos para su búsqueda en la prensa digital.
Luis Eduardo Díaz Franjul
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