Quique está enfrentando a Danilo Medina, no al grupo que encabezan Ito Bisono y José Hazin.
No tengo ninguna duda de la intromisión del gobierno en los asuntos internos del Partido Reformita utilizando al grupo de funcionarios que durante las elecciones pasadas se mantuvo colaborando abiertamente con el Partido de la Liberación Dominicana, violando los estatutos y las resoluciones de la dirección, a cambio de posiciones en el Estado y otras prebendas, de esas que no se ven, pero que dejan grandes y jugosos beneficios.
Si el presidente legítimo del PRSC, ingeniero Federico –Quique- Antún Batlle, antiguo “canchanchán” de Danilo, no se declara independiente y se une al Partido Revolucionario Moderno, de manera ventajosa, como lo hizo, la organización hoy no tendría problemas. Pero Quique, Rogelio Genao y otros dirigentes, al ver que el PLD no le daba prácticamente nada, decidieron pactar con la oposición logrando lo que no sería posible con el oficialismo. (El amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que le tenía).
Si el Partido Reformista hubiera continuado con el oficialismo es probable que no alcanzara el 5% de las votaciones, ni los alcaldes, regidores, diputados, y el senador que logró. Pero gracias a la sagacidad de Quique en las negociaciones con el PRM, salió ganando, incluso más que el propio PRM en términos relativos.
Danilo, que además de ambicioso es rencoroso, no le perdona a Quique lo que considera un acto desleal. Si no lo sometió a la justicia tras su salida del desaparecido Banco Nacional de la Vivienda (BNV) por el préstamo familiar, fue porque no pudo; de lo contrario estaría en la cárcel hace buen tiempo.
Los reformista-peledeístas (una buena parte nombrada en el Estado) apuestan al respaldo del PLD en el Tribunal Superior Electoral y otros órganos judiciales. Saben que no tienen razón, que las actividades que realizan son ilegales, que contravienen los estatutos y las resoluciones adoptadas en reuniones encabezadas por sus legítimas autoridades que ellos mismo apoyaron. Pero dicen que el poder gubernamental se impondrá por las buenas o por las malas.
Habrá que ver la actitud que asumirán los dirigentes del reformismo que encabeza el zorro de Quique Antún, si se amilana o por el contrario se envalentona y decide pelear, cosa que no es común en los coloraos, fortaleciendo la unidad con el Bloque Opositor, y asumiendo todas las consecuencias.
Todo parece indicar que el Partido Reformista está dispuesto a trillar su propio camino, a convertir la organización en una fuerza política importante que pueda convertirse en un futuro no lejano en opción de poder rescatando –es lo único que tienen- el legado de su líder Joaquín Balaguer al que parece han olvidado.
El PLD tratará de impedir que el Partido Reformista se fortalezca. Continuará tratando de dividirlo o destruirlo, como hizo con el Partido Revolucionario Dominicano que es hoy una entelequia, y como lo intentará con el Partido Revolucionario Moderno y con cualquier otro partido o grupo que atente contra su hegemonía política y su permanencia en el poder.
Lo enfatizo: El PLD procurará la desintegración o debilitamiento del Movimiento Verde que constituye un dolor de cabeza; hará lo mismo con los partidos que le adversan, grandes y pequeños. Para su mantenimiento en el poder tratará de impedir que esas fuerzas lleguen fortalecidas y unidas a las elecciones del 2020 porque ahí será cuando la puerca torcerá el rabo…