El doctor Ismael Reyes, candidato presidencial del Partido demócrata Institucional, PDI, dijo que el reciente informe presentado por el Centro para Estudios de Inmigración (CIS), donde nuestro país sale como el cuarto aportador de mayor número de inmigrantes a los EE. UU. , es una clara indicación de que nuestros nacionales han perdido la fe y la esperanza en el rumbo que lleva nuestra nación desde que es gobernada por los peledeístas.
“El hecho de que entre más de doscientos países del mundo seamos los dominicanos quienes ocupemos la cuarta posición como país proveedor de inmigrantes hacia los Estados Unidos -incluyendo residentes legales e indocumentados -, es una revelación de que los dominicanos están huyendo en estampidas del país porque no confían en la conducción de los peledeistas que hoy desgobiernan el país, hundiéndolo en la inseguridad, el desamparo, el hambre y la miseria, expresó el presidente del PDI.
Ismael Reyes puntualizó que solo estamos detrás de México, La India y China, como país exportador de inmigrantes, lo cual debe movernos a una profunda reflexión y a la vez plantearnos la necesidad que tiene el país de echar del gobierno a los causantes de que los dominicanos opten por abandonar su tierra natal ante la presencia del alto desempleo, la falta de oportunidades para los jóvenes, el acceso a la vivienda digna y a la educación.
El máximo líder del PDI manifestó, que si los estadounidenses se sienten preocupados ante el informe que señala que uno de cada ocho residentes en Estados Unidos es inmigrante, nosotros también deberíamos escandalizarnos de que los dominicanos prefieran marcharse a tierras extranjeras, en virtud de que nadie abandona su patria si no es impulsado por la desesperanza que produce la miseria, la desigualdad y la carencia de un futuro cierto.
Refiriéndose al reporte presentado por los analistas de CIS, señores Steven Camarota y Karen Zeigler, el Dr. Ismael Reyes, argumentó que para detener el flujo masivo de dominicanos que se sienten desesperanzados y se marchan del país, se hace necesario que en la República Dominicana seamos capaces de instaurar un régimen que aplique la justicia social en la distribución de la riqueza que el país produce, y que garantice la salud, vivienda, empleos, agua potable para todos y energía eléctrica permanente, y que sea un gobierno con los pantalones para aplicar la ley y el orden en el país, y que se atreva a enviar a los funcionarios corruptos y a sus socios a la cárcel.