Además de la dependencia del Poder Judicial; de la nula autonomía de los municipios; de la incapacidad para la solución de problemas tan elementales como la recogida de basura…Además de eso y mucho más, otro hecho demuestra claramente la inexistencia de autoridad en lo que llamamos “Estado”: no hay quien someta al Colegio Médico Dominicano a su legalidad; que le recuerde que un colegio profesional no es un sindicato, sino órgano representativo de un grupo profesional ante la sociedad y el Estado (del que, por cierto, es consultor). Por tanto, no le está permitido promover huelgas ni nada parecido. (Pero… ¡Qué va!).