A esa conclusión han llegado científicos. Al fin de cuenta, todos tenemos origen africano, según la conclusión a que han arribado investigadores de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos.
De acuerdo al resumen presentado en la revista Tendencias 21, los expertos han identificado los genes implicados en las diferentes tonalidades del color de la piel de 1.600 africanos y descubierto que la variabilidad genética asociada a una piel blanca o negra están presentes tanto en África como en otras poblaciones del mundo, lo que significa que la piel blanca tiene un origen africano y que la genética refuta la noción de raza.
Anota el reporte que todos los grupos humanos (las cuatro razas existentes son blanca o caucásica, negra o negroide, amarilla o mongoloide y cobriza) manifiestan una amplia gama de colores de la piel. Reconoce que hasta ahora se sabía poco de los genes vinculados a la pigmentación de la piel, salvo en el caso de las poblaciones europeas.
Sin embargo, en África no todos los habitantes tienen el mismo color de piel y el origen genético que explica esta diversidad ha sido el objeto de esta investigación.
Es así como se concluye que el color blanco de la piel viene de África y la pigmentación es una adaptación al entorno. La genética refuta así la noción de raza basada en la biología y establece que la mayoría de las variaciones genéticas asociadas al color de la piel aparecieron hace más de 300.000 años, algunas incluso hace un millón de años. La versión más antigua de estas variantes genéticas es la de una piel blanca.
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