A pesar de que el vaivén de los dominicanos se apega al consejo del evangelista que invita a concentrar la atención en el día en que se está, porque el otro vendrá con sus propios requerimientos: (Mateo 6:34) “Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo.
Bástele a cada día sus propios problemas”, el empresario Marcial Najri logró empapar a los comensales del concurrido almuerzo aniversario de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), de justificada preocupación por el panorama desolador que aguarda a la producción arrocera del país cuando se complete el plazo establecido en el DR-CAFTA para traer arroz importado al país sin límites de cuotas y sin pago de aranceles.
La fecha tope de la catástrofe, año 2025, parece aun distante, pero para la forma en que debe estar regida la conducción de un país el plazo de planificación es corto, pero además se experimenta un peligro que cada año se hace menos soportable.
Es que el país acordó unos plazos que arrancaron permitiendo hace algunos años la entrada de 8,560 toneladas métricas sin pago de aranceles, acogiendo que todos los años la cuota incremente 560 toneladas, y lo que se traiga fuera de ahí pagaba un arancel del 99%.
Para el presente año la cuota permitida sin pago arancelario es de 19,100 toneladas métricas, y aunque para lo que exceda el arancel sigue siendo alto, pero ha descendido cerca de un 25% y es de 75.24.
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Lo que aterra a Najri, y no porque él y su familia tengan intereses bien arraigados en el negocio de los fertilizantes, sino porque se trata de dominicanos que han sembrado su apuesta en el desarrollo del país, es que cuando llegue el momento de cuotas ilimitadas y cero aranceles, resultaría más económico importar arroz que producirlo en el país, pero los ingresos que eso fortalece es lo de los productores de otros países mientras a los dominicanos los hunde en la miseria.
En su charla expuso estos datos: “Las zonas arroceras son parte importante de la economía: 14 de las 31 provincias del país son arroceras, unos 50 municipios son prácticamente arroceros, con más de 30 mil agricultores dedicados a la siembra de arroz.
“En la provincia Duarte el cultivo de arroz representa el 69% de la empleomanía de la actividad agrícola, en Nagua el 79%, en Valverde el 68%. El valor agregado nacional del cultivo de arroz se estima en aproximadamente un 65% de los 22,000 millones anuales de contribución a la economía”
Por fortuna, parece que el presidente Danilo Medina maneja la misma preocupación, y de fuente de toda mi confianza tengo asegurado que pierde sueño pensando en los productores de arroz, de leche y habichuelas, y no dejará que este periodo de gobierno concluya sin propiciar acciones que amparen a esos sectores, y les permitan seguir creciendo, entre las que estaría contemplada una renegociación del DR-CAFTA, para la que se aguarda del momento oportuno con la administración Trump.