Los presidentes del Colegio de Periodistas (CDP) han sido Rafael Méndez, José Bujosa Mieses, Mercedes Castillo, Oscar López Reyes, Héctor Luzón Aurelio Henríquez y Olivo de León, y yo que lo fui antes que López Reyes.
Nadie puede afirmar ni demostrar, ni hay evidencias que ese grupo de periodistas, ni quienes lo acompañaron en sus respectivas directivas ha ido a ese cargo a acumular fortuna, como creo que tampoco es el propósito del profesor Adriano de la Cruz y quienes lo acompañan.
A todas esas personas que han ocupado cargos en el CDP, los conozco y las considero honradas, sin negar que en el ejercicio de la función se haya cometido uno que otro error, un riesgo que siempre corre todo el que asume una responsabilidad como esa.
Yo presidí el CDP, el Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP), y como es conocido, en dos ocasiones ocupé la presidencia de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), y sé cuan complicado es ocupar la presidencia de cualquiera de esos gremios.
Creo que en el CDP han primado prácticas gremiales que deben ser superadas, y que han sido,esas prácticas, las que han incidido en que hoy no sea un gremio institucionalmente fuerte y económicamente sustentable y sostenible.
Digo esto porque entiendo que se requiere de un debate sobre el presente y futuro del CDP, que sea institucional y correctivos, cuidándonos las diatribas mediáticas que al final nada van a resolver, y si podrían hacer muchos daños al gremio.
El momento es propicio para que la nueva directiva que preside el meritorio profesor Adriano de la Cruz trabaje en sus planes y promueva las correcciones que estime necesarias, tareas en la que debe contar con el apoyo de todos los que pertenecemos al CDP. Ojalá que esto se entienda.