En un documento leído en rueda de prensa, el Instituto Duartiano condenó la manifestación de un grupo de descendientes haitianos que reclama la nacionalidad dominicana por haber nacido en República Dominicana. El texto leído es el que sigue:
El Instituto Duartiano, entidad patriótica que tiene entre sus objetivos esenciales difundir la obra y vida de Prócer Juan Pablo Duarte, Fundador de la República, y de los demás héroes de la Patria, así como defender los valores y emblemas nacionales, hace del conocimiento de la opinión pública nacional, su rechazo categórico al vergonzante acto que protagonizaron personas que reclaman una supuesta condición de nacionales dominicanos, apelando a la ofensa e irreverencia de un sagrado recinto como el Altar de la Patria dominicana.
Como es sabido, el Baluarte del Conde, Altar de la Patria, es la tumba definitiva de los héroes más elevados de nuestro país, Duarte, Sánchez y Mella, y existe una normativa vigente que faculta al Ministerio de Interior y Policía para cumplir con un protocolo con motivo de autorizar visitas, realizar ofrendas florales y acceder al mausoleo donde se encuentras las venerables cenizas de estos grandes dominicanos.
La propia disposición que condiciona el otorgamiento de una autorización para ingresar a este recinto patrio, manda que las personas o colectividades que hagan la solicitud ofrezcan las debidas garantías de un comportamiento, serio y respetuoso, toda vez que se trata de un templo patriótico, por tanto, de un lugar solemne.
Esta entidad patriótica entiende, que la pretensión de incursionar al Altar de la Patria de estos grupos, azuzados por sectores nacionales y extranjeros enemigos del país, interesados en provocar situaciones enojosas que parezcan “ataques xenófobos”, que nunca han existido en el país, para así hacerlos figurar en las redes sociales y medios de comunicación colectiva convencionales y venderlos internacionalmente, es cuanto se esconde detrás de este provocador y bochornoso acto.
Se escoge el Altar de la Patria, a sabiendas de que en ese emblemático lugar se proclamó la Independencia Nacional y se enhestó por vez primera la Bandera dominicana, la gloriosa noche del 27 de febrero de 1844; su ataque no solo es un ultraje a un espacio sagrado que es parte esencial de la dominicanidad, sino que también entraña la profanación de las sagradas tumbas de nuestros padres fundadores.
En lo que respecta a las autoridades que tienen a cargo velar por el orden público, el Instituto Duartiano entiende que es preciso que asuman su compromiso con mayor entereza y sentido de responsabilidad, y no esperen que, en el marco de estas situaciones, se produzca una confrontación que podría arrojar resultados negativos de alcances impredecibles; por tanto, deben ejercer la autoridad que ponen en sus manos la Constitución y las leyes de la República Dominicana.
Las ideas del Padre Fundador, Juan Pablo Duarte, encuentran aplicación también en este caso: “El gobierno debe mostrarse justo y enérgico… o no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni Independencia Nacional”.
Dr. Wilson Gómez Ramírez
Vicepresidente del Instituto Duartiano