El próximo martes 5 de diciembre le será entregado el Premio Nacional de Periodismo a Osvaldo Santana, un profesional de la comunicación que ha demostrado que se puede ejercer esta profesión con sentido de justicia, de dignidad, de ética, de profesionalidad y de responsabilidad.
La elección de Osvaldo para ser premiado en ese renglón que cada año entrega el Ministerio de Educación, es un acierto en todos los sentidos. Osvaldo es un maestro, un ejemplo, un modelo, un estímulo y un paradigma de como ejercer la profesión de periodista con justicia y respeto a los demás, asumiendo un enfrentamiento con entereza y verticalidad a todas las cosas incorrectas.
El historia profesional de Osvaldo es una fuente de inspiración para todos los que quieran transitar el sendero de la comunicación. Fue uno de los soportes de varios proyectos comunicacionales en épocas muy difíciles, donde por un comentario que afectara el área del poder, se podía perder la vida. Pero Osvaldo nunca ha tenido temor de asumir la defensa de lo que piensa, de lo que cree y de lo que entiende correcto. Su vida ha estado amenazada en varias ocasiones, pero nunca ha dejado de defender su visión y sus criterios, por temor a que ello pueda tener consecuencias.
En el periódico El Sol, en El Nuevo Diario, en el Siglo, en el Listín Diario, en el Caribe, en sus comentarios de radio y de televisión, en su vida como comunicador, la verdad ha sido siempre un baluarte para Osvaldo. El ha transitado todo un camino de varias décadas en el ejercicio de la comunicación sin que nunca haya sido vinculado a actos de corrupción, de chantaje o de extorsión. Osvaldo ha sido siempre un ejemplo de dignidad, honestidad y decoro en el ejercicio periodístico.
Dios me ha permitido la dicha de compartir en varios momentos con el profesional de los medios que es Osvaldo. En mis tiempos de joven revolucionario en la UASD, por allá por años 80 y 90, nuestras luchas en favor de la justicia social encontraban en Osvaldo un referente ético del ejercicio periodístico y un aliado firme, respetuoso y crítico para bien de todas nuestras acciones. Muchos jóvenes inquietos de entonces decidimos tomar la senda del periodismo, tomando como ejemplo y modelo a un Osvaldo que amaba y estimulaba la libertad, el respeto, la justicia y la lealtad.
En la actualidad, su accionar como director del periódico El Caribe le ha colocado en un sitial de Maestro Histórico del Periodismo. Su visión, sus editoriales, su sagacidad y su respeto por las normas y los principios éticos del uso del poder de los medios, su humildad y su solidaridad sin límites, lo convierten en un referente permanente de cómo desempeñar correctamente la función periodística y comunicacional en estos tiempos, cuando mucha gente del medio ha perdido la dignidad y la honra.
Gracias, Osvaldo, amigo, hermano, ejemplo y fuente de sabiduría y profesionalidad, por haber sido luz y guía para muchos de nosotros. Gracias, Osvaldo, por haber sembrado la semilla de la dignidad y el decoro en el ejercicio histórico del periodismo. Gracias por ser amigo de los amigos, hermano de los hermanos y guía de toda una generación.
Este martes 5 de diciembre estaré en primera fila en el Palacio Nacional, dandole un gran abrazo a Osvaldo Santana al momento que le sea entregado el Premio Nacional del Periodismo 2017. Honor a quien honor merece. Y elevaré una linda oración al Dios Todopoderoso para que siga iluminando y bendiciendo a Osvaldo por muchos años más, para bien del periodismo, de la comunicación, de la nación dominicana y de todos nosotros, sus amigos de siempre.
Euri Cabral
Economista y Comunicador
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