Por Carlos McCoy/Las autoridades dominicanas no dan pie con bolas. Siguen poniéndole parches al inmenso caos que es el sistema de transporte público en la República Dominicana, principalmente en el Gran Santo Domingo.
Ahora se les ocurre hacer una terminal de autobuses casi en el centro de la ciudad. En un lugar, como “Pintura” donde actualmente no cabe ni una bicicleta más.
Otra de las grandes ideas, según ellos, es la construcción de parqueos (estacionamientos) incentivando con esto el uso de vehículos particulares. El llamado “Tráfico inducido”
Nuestros funcionarios deben de terminar con las soluciones inmediatista, que solo sirven para paliar el problema momentáneamente.
Debemos enfocarnos en soluciones permanentes o lo más cercano a ellas.
La Construcción de esa terminal de guaguas debe estructurarse en los Alcarrizos. Varias son las razones para ello. La primera y la más importante es, que el Metro de Santo Domingo está concebido para que la línea número dos, termine en esa localidad y también se tiene en carpeta la construcción, en el mismo lugar, de un tren de superficie inter provincial.
Segundo: Esta terminal no solo le daría servicio a la parte norte y noroeste del país sino también, a través de la autopista de circunvalación de Santo Domingo, a la parte sur. Entroncaría dos de las carreteras más importantes del país. Las número uno y dos.
La otra terminal no debe construirse en el litoral sur de la autopista las Américas pues solo serían práctica para los que utilicen la autopista número tres para ir y venir al este del país.
Esta nueva terminal sería mucho más eficiente si se construye en la intersección de las autopistas #7 (Autovía a Samaná) y la #4 (Antigua Carretera Mella) Cubriendo todo el este noreste por medio de esas carreteras, además de la #3 (Combinación de la Autopista Las Américas y la autovía del este), junto a la carretera #23 que conecta por Monte Plata.
Otro incentivo para la construcción de la terminal de autobuses en este punto es, que el otro extremo de la línea dos del Metro, termina en este lugar.
Por lo tanto, con dos grandes terminales de autobuses, estratégicamente bien localizadas, se conecta todo el país y se eliminan esos grandes autobuses transitando por el mismo medio de la ciudad. Las terminales de Caribe Tour y Autobuses Metro, entre otras, son dos excelentes ejemplos de lo que no se debe hacer.
La otra parte que completaría la verdadera organización del trasporte público, en este caso específicamente en Santo Domingo es, el establecimiento de sistemas de pases de transferencias, o sea, que usted se monte en un bus, norte- sur o viceversa y pueda tomar una trasferencia que le permita tomar, sin costo adicional un bus que transite este oeste o recíprocamente.
Establecer rutas paralelas y perpendiculares, con paradas locales y expresos y no el plato de espaguetis que es nuestro sistema vial.
Por ejemplo, implementar la ruta número uno desde los Alcarrizos hasta San Luís. Corriendo sobre la John F. Kennedy. La número tres desde Alameda a Boca Chica, sobre la avenida 27 de febrero, complementándolas con las rutas numero dos que transitarían por la Av. Luperón y la República de Colombia. Otra ruta seria la numero cuatro combinando las avenidas República Argentina, Los próceres y Abraham Lincoln.
Son solo cuatro ejemplos, pero con ellos, usted podría desplazarse en poco tiempo desde Los Alcarrizos al Centro de los Héroes en 15 o 20 minutos.
Si a esto le agregamos las transferencias, teleférico- metro, metro-guagua, estaríamos hablando de un verdadero sistema de transportación publica la cual tentaría hasta a los funcionarios a dejar sus grandes y confortables yipetas en la casa.
Como suspiro al pastel, el gobierno debería hacerle una especie de aumento de sueldo a los servidores públicos, proporcionándoles una tarjeta de transporte para que puedan utilizar gratis ese servicio.
Terminaríamos de una vez y por todas con el caótico concho que ya cumplió, hace mucho tiempo, su rol en esta moderna sociedad.
¡Manos a la obra!