Por Rafael Méndez.-La indefinición del presidente Danilo Medina en torno a si buscará un nueva repostulación seguirá siendo en el 2018 el insondable valladar que impedirá una clara conformación del cuadro político-electoral con miras a los todavía lejanos comicios del 2020, más cuando se advierte que su particular posición no es tema prioritario en lo inmediato.
Esa insoslayable realidad es lógico que preocupe grandemente a oficialista y a la oposición que esperan y se desesperan por lanzarse al ruedo en la búsqueda de candidaturas en todos los niveles, sobre todo a las presidenciales, al igual que sus seguidores, ya que la indefinición del presidente Danilo les tiene su crecimiento “frenado en el aro”, y por igual en un débil posicionamiento.
De todos modos, estar o creerse “frenado en el aro” significaría que han salido de la gatera, y por lo tanto estarían en presencia del mejor de los casos, porque la realidad “honda y lironda”, es que Danilo les tiene el freno pisado a todos, situación que todos entienden, “y quien entiende su problema, tiene resuelto el cincuenta
por ciento del mismo”.
Danilo está muy Cómodo
Y lo cómodo que está Danilo en el escenario político nacional, con una gran capacidad de rejuegos políticos en el mediano plazo, ya es que para nadie es un secreto, consignado en todas las encuestas, que el Mandatario está comiendo con su dama: Tiene una extraordinaria y muy amplia acumulación de simpatías, una alta aprobación de su gestión gubernativa, y una situación económica sin incertidumbre, a lo que se añade, un férreo control de todas las instancias del Partido de la Liberación Dominicana.
Con esas tres fortalezas político-electorales, unidas a la incuestionable y probada sagacidad política demostrada por el Jefe del Estado, muchos entienden que alcanza y le sobra para todo, incluyendo el tiempo para “retozar”, en la más propia de las acepciones que nos ofrece señor Google, entre ellas, “moverse alegremente y sin trabas”.
Y todo lo anterior, queda palmariamente establecido aun cuando se pudiera entender que para Danilo existe un valladar constitucional que tendría que sortear, aunque bullen las dudas porque todavía los expertos no terminan de ponerse de acuerdo de si para el caso del Mandatario la Carta Sustantiva “gira para lante o gira para atrás”, lo
que nos obliga aceptar nuestra condición de indocto al formar parte del “publico por no saber entender la obra”.
El autor es periodista y diputado