Honduras, país colonizado y pateado por el imperialismo estadounidense, tiene un gran parecido con el nuestro. Saqueado por mineras, bananeras, políticos y militares ladrones y criminales, más aun.
Un golpe para desplazar al Presidente Zelaya que se unió al ALBA, inició reformas sociales e intentó convocar Constituyente Soberana –salvando lo específico- nos trae el recuerdo del golpe a Bosch; mientras tres fraudes 2009-2017 en 8 años (Lobo, JOH y JOH) -montados sobre montañas de corrupción- nos pintan el balaguerato y la dictadura morada.
No tenemos bases gringas en nuestro territorio, como la tiene Honduras, pero si en nuestras cercanías; amén de la tutoría de CIA, MAAG, FMI, BM; más importaciones de mafias, paramilitares y asesores en terrorismo de Estado, graduados en la Colombia.
En Honduras han sentado sus sucias y sangrientas nalgas carteles mexicanos de la droga (Sinaloa, Jalisco y los Z), el tenebroso Cartel del Valle de Colombia y otros más; todos con fuertes ramificaciones aquí e intensas conexiones militares, políticas y empresariales en ambos países.
Allá y aquí tenemos dictaduras constitucionales o institucionalizadas, solo que el gestor de ese modelo en Honduras se llama Partido Nacional y aquí Partido de la Liberación Dominicana. Esto incluye un enorme poder mediático reproductor de mentiras, falsedades y silencios culpables…como también un sistema electoral instrumentalizado para imponerse con fraudes cuando los votos viciados por corruptelas, clientelismos y represión estatal no les alcanzan.
La reelección putrefacta es canon de gobernantes inescrupulosos, capaces de tragarse todos los tiburones podridos del Caribe. En Balaguer, Hipólito, Leonel y Danilo podemos encontrar los Lobo, JOH y comparsa. Ahora a Danilo le toca el rol de JOH, en pleno proceso de conversión de este Estado delincuente –asociado también a la lumpen burguesía transnacional y local- en dictadura mafiosa.
Dictadura a lo Macri en Argentina (mafia calabresa incluida), a lo Temer en Brasil, a lo Peña Nieto en México, a lo Paraguay y Colombia. Y a la que pronostica el pacto mafioso del presidente peruano con Fujimori. Todas con un fuerte tufo a Donald Trump. Fenómeno engendrado por el lumpen imperialismo y lumpen capitalismo de estos tiempos: más gansteril, parasitario, depredador, genocida y ecocida, que nunca antes.
Por eso tienen razón Zelaya, Nasrrala y los movimientos sociales de Honduras en llamar a la rebeldía contra el régimen de JOH.
Y tenemos razón aquí los que entendemos necesario hacer colapsar la dictadura morada antes de los comicios fraudulentos del 2020, proponiéndonos crear poder constituyente para sustituir el poder constituido en descomposición. (El Nacional, domingo 7-01-2018)