El investigador internacional Ángel Martínez reveló que un país con la riqueza petrolera más grande del mundo se encuentra atravesando por una situación de pobreza infernal, y que esa realidad persiste porque al pueblo venezolano se le ha vendido la idea de una revolución que prometía el paraíso en la tierra y que embelesado por esa idea eligió un gobernante con inclinaciones comunistas, coaligado con un régimen negador de la libertad y la democracia, como el cubano.
El doctor Ángel Martínez amplió que los rusos y los chinos se han dado a la tarea de desestabilizar la zona natural de influencia norteamericana en América, creándole a los EEUU problemas en su propia cercanía con los demás países, a la cabeza de los cuales se halla Venezuela.
En ese contexto, argumentó, que quienes asaltaron el poder para destripar las riquezas venezolanas, hasta trasladaron a su territorio los lingotes de oro que se encontraban depositados en los Estados Unidos, riqueza que también ha desaparecido en sus manos.
Ante la falta de real apoyo popular, el conocido detective internacional expuso que el totalitarismo venezolano se apoya en el poderío de los rusos y el dinero de los chinos, quienes son los sostenedores de un gobierno que tiene a su pueblo viviendo y comiendo de la basura, viéndose obligado a emigrar masivamente por lo poco que le ofrece su patria.
En este sentido, dijo que por todos los costados de la frontera con Colombia se desarrolla un éxodo de más de 25,000 emigrantes venezolanos que huyen desesperados de la crisis y las carencias traumáticas que caracterizan ese país digno de mejor suerte.
Ángel Martínez fustigó el hecho de que la Republica Dominicana se haya prestado como plataforma negociadora para proporcionar un balón de oxígeno a Maduro y legitimar una situación como la prevaleciente en Venezuela, cuando ningún país lo ha querido hacer. Dijo que nuestro país se presta para ese ardid negociador porque también lleva el mismo camino que Venezuela o quizá peor, puesto que carecemos de petróleo.
Expresó el experto que un régimen que tiene al pueblo pasando una colosal hambruna y con las cárceles atestadas de presos políticos, no merece que le den unas manos y unos hombros de apoyo, como se los estamos brindando los dominicanos.
Manifestó que ya la cúpula del poder venezolano no halla qué vender porque se encuentra endeudado hasta la coronilla con los demás países, vacío que es llenado por los rusos y los chinos con préstamos comprometedores, igual que pasa en la Republica Dominicana, citando el caso de Odebrech como ejemplo de saqueo y pirateo de nuestras riquezas bajo los gobiernos del PLD.
En el plano nacional, el doctor Ángel Martínez dijo que lo anterior conllevó a que tanto las naciones europeas como los estadounidenses suspendieran los desembolsos hacia nuestro país, lo cual nos equipara con la situación venezolana, donde los capitales huyen atemorizados y los empréstitos se ausentan, aun siendo una rica nación petrolera.
En este orden de ideas, el investigador que opera en los Estados Unidos, dijo que los gobiernos de Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina han devorado más de 40,000 millones de dólares, pero que la voracidad no se detiene ahí, puesto que ahora se aprestan a recurrir a los chinos y los rusos en busca de más fondos que depredar, porque ambos países son los únicos que le están abriendo la puerta para que continúen por esa ruta que nos lleva a todos hacia el precipicio.
Declaró el experto que es criticable que el territorio nacional se ofrezca como basamento de apoyo a unas conversaciones supuestamente de paz entre un régimen opresor y una oposición comprada y desacreditada, haciéndole el juego a una atmosfera asfixiante e insostenible para el pueblo de Venezuela. Dijo que a la larga esto repercutirá negativamente en el país, puesto que internacionalmente nos asociarán con los enemigos de la democracia, del desarrollo, de la tolerancia y la libertad.
Finalmente, Ángel Martínez llamó al pueblo dominicano a repudiar y rechazar ese falso e infructífero diálogo de paz que perpetúa el statu quo venezolano y a evitar que nos arrastren hacia esa misma situación.