Por David Polo.-¡La dinámica de emprender ha cambiado tanto en los últimos tiempos! Hace casi 30 años que emprendo, en particular mi primera iniciativa fue cuando tenía 11 años, vendiendo dulces puerta a puerta en las calles de Madrid. Casi lo recuerdo en blanco y negro, tupido por una capa de inocencia pueril y vértigo. Tras ello, estuve involucrado en emprendedurismos de turismo, textil, servicios a domicilio y hoy en día desde nuestra empresa ayudamos a emprendedores y empresarios.
¿Qué no teníamos antes que tenemos hoy?
Literatura por los cuatro costados
Para empezar hay literatura ¡y mucha!, pero ojo amigo lector, no todo es válido. Hay cada barbaridad que se ve en Internet que es muy perjudicial. Emprender sigue siendo una labor de PURO SENTIDO COMÚN. Nada está regalado, nada es fácil y no, no eres el héroe de tus amigos, de tu barrio o de tu familia por querer emprender. Emprender es una decisión personal al igual que trabajar en una empresa, querer tener hijos o salir de viaje. Ser emprendedor no te hace mejor persona que el vecino, pero te aseguro que la experiencia que vivirás te hará mejor persona que antes.
¿Qué es lo que he de leer y no he de leer? Reglas básicas. Nada es absoluto, no hay “Una regla definitiva que te ayudará a hacer tu negocio exitoso”. Emprender es poner cosas en marcha y gestionar la empresa, es tomar decisiones con los recursos que dispones. A partir de ahí, hay metodologías y efectos de fuerzas. Si empujas contratando más, el coste extra empuja tu cartera vaciándola. Si haces acción comercial, no tendrás tiempo para cosas administrativas. Todo depende de la etapa de tu emprendimiento que te encuentres: http://www.gestionar-facil.com/etapas-de-las-empresas/).
Dicho todo esto sigamos dando pistas.
¿Hago un plan de negocio? ¿Me lanzo a la piscina?
De nuevo, apliquemos el sentido común. El plan de negocio es un “plan”. Si tienes una idea pero no conoces “el plan”, ¿para qué hacer un plan? Sí, sí, es cierto que te piden el plan para tener financiación, pero si nunca has hecho lo que vas a hacer ¿cómo lo vas a planear? Sobre eso lo ideal es hacerte tu propio análisis inicial, llegar hasta donde puedas llegar sea con un modelo CANVAS o sea con una hoja de papel o con un análisis de viabilidad. Te recomiendo que leas el siguiente artículo para profundizar sobre “qué es lo que puedes hacer”:
http://www.gestionar-facil.com/cuando-hacer-un-plan-de-negocios/
Por otro lado, que no sepas hacer un plan de negocio o no puedas hacerlo porque no conoces el negocio, no quiere decir que te lances a la piscina así, sin pensar. Siempre puedes hacer algún tipo de cálculo o prueba. Si quieres poner una cafetería o tienda de alimentación en tu zona, no hay mejor plan de negocio que observar a la gente en la calle y ver dónde compran el pan o dónde se toman un café. Si ves que hay pocos locales en tu zona probablemente tendrás opciones. ¿Esto quiere decir que vayas a triunfar? Pues no forzosamente. En mi calle el bar que pone casi todos los cafés es “Casa Pepe” y es el menos glamuroso de la zona, sin embargo, Pepe es un tío estupendo y la gente se ríe con sus chistes. En este sentido, la vida no ha cambiado desde hace muchos años, luego no te dejes influenciar por ideas “trendy” o “nuevas tecnologías o conceptos”. Si bien el súper restaurante “fashion” puede ser una idea brillante, también lo es una buena paella en España, unos buenos tacos en México o unas buenas hallacas en Venezuela.
Si por otro lado quieres dar servicios profesionales, digamos por ejemplo diseño de páginas web a negocios locales de tu zona o certificaciones de seguridad para empresas o servicios de reclutamiento, es posible que requieras de hacer ciertos cálculos. Los cálculos pueden ser estimar el dinero que necesites para sobrevivir el tiempo hasta que puedas vivir de tus clientes. Aquí tampoco ha cambiado la manera de sacar negocios adelante en referencia a cómo se hacían hace 20 años.
Tu pregunta interior puede ser ¿cuántos clientes puedo conseguir? Pues depende. Si no existen empresas que den esos servicios tienes más opciones, pero el hecho que existan no quiere decir que no puedas competir. Si vendes bien consigues clientes; recuerda que ¡hay gente que es capaz de vender hielo a esquimales! Claro, si vendes y tus servicios son un desastre, tendrás mala reputación y perderás clientes. Como ves, todo es una cuestión de fuerzas. Qué difícil ¿no?, ¿por dónde empezar? En este caso, de nuevo, sentido común:
– Mira si en tu zona tus servicios están demandados o no. Ejemplo, si haces certificaciones de “riesgos laborales para cumplir con la normativa local” quizás no haya empresas en tu zona. Ahí tienes opciones.
– Evalúa si puedes avanzar con poco dinero. Hoy en día no hace falta tener la súper oficina. Nosotros por ejemplo, somos casi 20 personas y trabajamos la mayoría desde casa ¿eso nos hace peor empresa? Por favor, eres antiguo si piensas eso… No hace falta que te fijes en el obvio o lo que te cuenta este humilde consultor, mira otros ejemplos como el de David Heinemeier Hansson, (poner enlace a: http://www.emprender-facil.com/es/david-heinemeier-hansson/) fundador de Basecamp, software de gestión de proyectos que factura decenas de millones de dólares al mes…, ¡con menos de 60 personas en el equipo! y con ¡la mayoría de las personas trabajando en remoto!
Este punto es el que es más relevante hoy en día: VELOCIDAD Y COSTES. Las nuevas tecnologías y la información te permiten emprender como nunca. ¡Todo está al alcance de todos! La facilidad es pasmosa. Sin embargo, que sea más fácil no quiere decir que sea diferente. Emprender sigue siendo emprender hoy y hace 100 años.
– Evalúa tu tiempo: ¿vas a poder hacer las cosas que dices? Clave: intenta ponerte ciertos límites pero sé ambicioso. Sólo si empiezas justo de recursos, despertarás el ingenio para hacer las tareas más rápido y con mejor calidad.
¿Y si hago un producto de software? ¿y si hago un servicio nuevo? Usa metodologías Lean Startup
Aquí en estos casos es mejor adoptar una posición más experimental y conservadora, que hoy en día se llama metodologías Lean Startup que como verás ahora son también puro sentido común.
Esta metodología está enfocada en minimizar el tiempo y proceso de planificación de una empresa. Consiste en hacer una serie de experimentos para identificar si el negocio es viable o no.
Se basa más en el cliente y las decisiones se toman partiendo de los resultados de la interacción de estos con el producto o servicio de la empresa.
Esta metodología consta de tres ciclos:
Construir (crear una versión simple del producto y se la presentamos al público), medir (evaluar las reacciones del usuario ante el producto) y aprender (utilizar la información obtenida para mejorarlo).
Esta metodología parte de un principio: validar una necesidad del mercado. Cuando tenemos una idea de negocio y creemos que podemos satisfacer una necesidad del mercado, nos encontramos en un punto en el que debemos validar si nuestra hipótesis es correcta o no.
Crear un producto por lo general es costoso y más para una empresa que recién comienza. Por esta razón, lo más razonable es crear un prototipo, un producto mínimo viable y lanzarlo al mercado para medir la receptividad que tiene por parte de tu público objetivo. Esto es precisamente lo que busca la metodología Lean Startup.
A través de una serie de pasos se pueden medir los resultados de las ventas de nuestro prototipo de producto, aprender del mercado, hacer las modificaciones necesarias y salir nuevamente con nuestro producto.
Está comprobado que dicha metodología permite reducir los costes de lanzamiento considerablemente y optimizar los recursos utilizados en el proceso.
Por todo lo anterior, si tienes en mente una idea de negocio relacionada con el lanzamiento de un producto que crees que puede satisfacer una necesidad del mercado, no debes dejar de conocer en profundidad esta metodología.
Esta metodología está hoy en día muy extendida y es más viable que nunca porque:
– Crear una web se puede hacer en minutos.
– Acceder al mercado también puede ser muy rápido.
– Dar un buen servicio depende de tí, no de lo que tengas como empresa (edificio, personas de apoyo, etc).
– Hay gente dispuesta a darte oportunidades, hay muchos perfiles que prueban cosas nuevas.
– Es común dar opinión o feedback sobre un producto o servicio.
Si bien emprender sigue siendo puro sentido común, algo de técnica y persistencia, hoy en día tener ciertos resultados es más rápido que nunca.
Si quieres opiniones, personas como yo u otros consultores siempre están abiertas a ayudar, siempre que no preguntes cosas como: “Quiero saber un negocio rentable en mi zona” y en su lugar te lances a la aventura y preguntes cosas ya más avanzadas y que denote que estás haciendo la tarea como: “He hecho dos prototipos de mi servicio y en los dos tengo resultados parecidos, pero no sé si enfocarme en seguir experimentando o me enfoco en uno u otro. ¿Qué criterios podría aplicar?”
Lo que trato de decirte con esto es que no hay metodologías infalibles, ni recetas perfectas, sea para perder peso, encontrar el amor de tu vida o en este caso, ganar dinero emprendiendo. Sin embargo, con ganas de emprender, trabajo y pasión lo conseguirás absolutamente todo. Más aún, si te esfuerzas y lo demuestras, habrá muchísima gente dispuesta a ayudarte, pero ¡ojo! ayudarte no es hacerte el trabajo, es orientarte. El trabajo es y será tuyo y dependerá de ti siempre.
En conclusión, hoy más que nunca es muy fácil emprender si eres emprendedor de corazón y te esfuerzas. Te animo a que des el salto a este maravilloso mundo de superación personal. Todo será beneficios, si triunfas, te beneficias de la experiencia y el resultado. Si no triunfas, la experiencia no tiene precio.
Luego, 1, 2, 3, ¡al ataque!