“Sabía que era una liga muy dura y sobre todo en un equipo con tanta historia y tradición y con una fanaticada exigente, pero me prepare bien para los momentos difíciles, bien difíciles que vinieron, y lo importante era confiar en el proceso y en lo que se estaba haciendo en materia de béisbol”, dijo al ser entrevistado por Tommy Troncoso para Licey Radio.
Urueta, quien dirigió a la selección de Colombia en el Clásico Mundial de Béisbol del año pasado, agrega que todo lo logrado en esta temporada tiene como máximos protagonistas a los jugadores que ha tenido bajo sus órdenes.
“No se trata de un dirigente ni de un coach. Se trata de los jugadores que son los que se sacrifican, los que sudan y los que llevan la mayor parte. Ahora para mí es gratificante verlos celebrar y estar alegres porque al final del día fueron ellos los que ganaron”, añadió el estratega.
El manager azul entiende que la parte sicológica y mental del juego junto con la comunicación personal son aspectos muy importantes para lograr sacar el mejor resultado posible en un deporte que pone en juego tantas variantes como es el béisbol.
“Los jugadores se mantuvieron firmes, se mantuvieron positivos y sabían que había la confianza del dirigente. Lo más importante para mí es la comunicación hombre a hombre y hubo un momento en la que empezó a romperse y le caí enseguida”, agrega Urueta, quien vio a su equipo caer en 7 de los primeros 9 partidos de la serie regular.
Los Tigres tuvieron que esperar hasta el último día de la vuelta regular para asegurar su clasificación e iniciaron con 6-0 en el Round Robin. Sin embargo, cayeron en seis de sus siguientes ocho desafíos antes de avanzar a la final con dos victorias seguidas frente a las Águilas Cibaeñas.
“Para mí, la sicología y la parte mental en este juego es un 80 por ciento y lo que se hizo hoy (el miércoles) en un partido tan difícil y en el de Santiago es mental. Un turno frío de Navarro (Yamaico) en el último inning que después viene el de Yermín (Mercedes) fue importante. Lo que hace Erick Aybar en materia defensiva y ofensiva es bien importante y donde se necesita frialdad y mentalidad impresionantes. Lo que ha hecho Juan Francisco venir de abajo y llegar al nivel en que está hoy es meritorio y no cualquiera con una mente débil lo puede hacer. Hay días malos y se va a perder, pero hay que mantenerse firmes”, añadió.
Elogió la forma de juego de Aybar así como lo que pueden aportar cada uno de los integrantes del equipo, el aire de familiaridad que se respira en las filas azules y agradeció el apoyo que ha tenido de cada uno de sus entrenadores asistentes.
“Erick conoce el juego, los años en las Grandes Ligas no vienen solos, vienen con experiencia y lo está aportando. Físicamente no es el mismo de hace 10 años, pero lo balancea con la capacidad mental, ubicándose en el sitio correcto, en las jugadas de presión y en el home plate es igual. Es un núcleo de jugadores, la juventud de Yermín, la velocidad de Emilio, jóvenes que aprenden de eso. Es una mezcla. No se ha acabado todavía y hay que seguir confiando en ellos”, agregó Urueta.
Agradeció “inmensamente” a todos los integrantes del cuerpo de coaches al que definió como un tremendo grupo de trabajo que se siente como familia, personas especiales que quiere y adora y que estuvieron con él en los momentos de dificultad y a los cuales abrazó de manera efusiva tras la clasificación a la final.
“Es importante que se clasificó relativamente temprano. Podemos celebrar, bajar un poco y otra vez pensar y reagruparnos. Queremos pasar en el primer lugar, pero también tenemos que pensar en la salud de los peloteros. Tal vez en los próximos juegos no se verán a todos los estelares en la alineación. Ha sido un calendario bien difícil y el cuerpo se resiente como pasó con Anderson Hernández. No queremos pasar el mismo susto con otros jugadores”, dijo el exitoso manager.
Añadió que si bien es cierto que para ganar se necesita un buen pitcheo, bateo y defensa, eso es parte del trabajo y por eso se paga, pero que la familiaridad y la unión, el que un hermano empuje por el otro y que cuando uno no puede el que viene atrás hace el trabajo tiene un valor importante también.