El Pabellón de Gimnasia del Parque del Este se encuentra abandonado a su suerte, muy deteriorado, principalmente en su interior. Esta moderna instalación fue construida en el año 2003, durante el gobierno de Hipólito Mejía, para dar cobijo a los cientos de atletas que participaron en los XIV Juegos Panamericanos.
Es una obra considerada como la cuarta mejor del mundo, según la apreciación de algunos de los técnicos y extranjeros que concurrieron a esa jornada internacional. El interior del gimnasio, donde actualmente se entrenan nuestros atletas de alto rendimiento que participarán en julio en los Juegos Olímpicos a celebrarse en Colombia, necesita urgentemente mantenimiento.
Los baños llevan muchos meses sin agua, con las puertas podridas y a punto de colapsar a causa del comején, un animalito de gran perseverancia y con una resistencia para sobrevivir a las sustancias químicas de exterminación rápida.
Uno de los sanitarios presenta un fenómeno extraño que aterrorizó a las mujeres encargadas de la limpieza, quienes se resisten a entrar al lugar. Resulta que la tierra donde colocaron las losetas, reventó de abajo hacia arriba, como si detonaran un explosivo subterráneo. Nadie sabe qué pasó.
En el gimnasio también hay problema con la electricidad y el agua que usan para el aseo de las instalaciones las provee de manera periódica un camión.
La parte donde los atletas se entrenan registra situaciones graves de iluminación, pues de las 75 lámparas instaladas en el techo, apenas están funcionando siete; la mayoría de las butacas ha botado la pintura y el óxido las está destruyendo, mientras las filtraciones son abundantes. En definitiva, el pabellón también amerita ser pintado en su interior y por fuera.
Desconozco si esa situación se está dando en los demás pabellones de ese importe pulmón de la provincia Santo Domingo, donde a diario se ejercitan decenas de personas.
Todas las tardes el lugar es frecuentado por niños de ambos sexos de las escuelas públicas y colegios, que acuden a practicar las técnicas de esa disciplina deportiva, mientras los familiares los observan desde las graderías.
Es un caso que debe corregir el Ministerio de Deportes y Recreación, pues se trata de una infraestructura de alto nivel en la ingeniería moderna en la cual el Estado dominicano invirtió una millonada de pesos. Son de las cosas que uno no entiende porque esa dependencia gubernamental maneja un buen presupuesto, suficiente para solucionar casos como el que comentamos.
Lo peor de todo es que las autoridades encargadas de administrar esas instalaciones, es lo me han dicho, están al corriente de esa situación, y no hacen nada. ¿Falta de interés, descuido o pereza?
En 1997 y 2000, el deporte nacional recibió unos 1,567 millones de pesos que fueron invertidos en todos los renglones: entiéndase construcción, remodelación de infraestructuras, apoyo a los torneos nacionales e internacionales donde accionaban las federaciones deportivas, y otros.
Tras la llegada al poder del Partido Revolucionario Dominicano, en agosto del año 2000 hasta el año 2004, y con el interés político de montar los Juegos Panamericanos en agosto de 2003, la asignación presupuestaria al deporte nacional siguió en aumento muy considerable.
En total, se erogaron unos 6,459 millones de pesos, conforme a los reportes oficiales. En esas competencias, los atletas dominicanos lograron la cifra récord de 41 medallas, incluyendo 10 de oro, lo que llenó de júbilo y alegría a toda la población.
¿Por qué descuidar lo que tanto dinero nos ha costado? Alguien debe intervenir para evitar el colapso de nuestros parques deportivos. Es una humilde sugerencia.