Mensaje en el 174 aniversario de la Independencia Dominicana Disertación de Víctor Pérez Balbuena, presidente de la Casa Dominicana de Hazleton, en el acto con motivo de la Independencia celebrado en Pensilvania.
HAZLETON, Pensilvania.- La Isla que luego de su conquista se denominara La Hispaniola o Santo Domingo, era una sola habitada por nativos llamados Taínos, hasta el 12 de octubre de 1492, cuando el Almirante Cristóbal Colon, un navegante de origen italiano que por mandato de los Reyes Católicos de España Isabel y Fernando de Castilla, llego con una expedición desde el Puerto de Palos, cruzando el Atlántico, buscando la India, por lo que denominaron los nativos encontrados como “Indios”.
Los españoles habitaron la Isla denominada Santo Domingo, porque fue un día Domingo Santo por las creencias cristianas que predominaban a los españoles de la época, creando grandes asentamientos, ciudades y plantaciones que consigo trajeron grandes epidemias que degeneraron en la desaparición de los indígenas o Amerindios que habitaban la isla, sometidos a esclavitud, trabajos forzados y por las luchas realizadas en la defensa de sus territorios, llevándolos a su exterminio, trayendo esto consigo la sustitución de esta mano de obra-esclava por la de los Esclavos-Negros procedentes de África, los cuales fueron asentándose en la parte Oeste de la Isla, tomada como posesión de Francia al ganar la guerra a España.
Cientos de años transcurrieron y los esclavos procedentes de África se levantaron en armas contra el Imperio de Francia, logrando derrotar su ejército y proclamándose independientes, formando un Estado libre al cual denominaron Haití, no conformes con esto, invadieron y tomaron posesión por espacio de 22 años de la parte Española de la Isla o Santo Domingo, lo que genero un Estado de confusión y caos no solo por las lenguas diferentes sino por las culturas y creencias.
La formación Cristiana de los Reyes Católicos les llevó a enviar emisarios con el mensaje de la Cruz a través de las Sagradas Escrituras a los habitantes de Santo Domingo, enseñanzas que fueron puestas en practica como las piezas inspiradoras para Juan Pablo Duarte y Diez, hijo de padre español y madre dominicana, en la creación de una República libre, soberana e independiente a la cual se denominó República Dominicana, colocando en sus orígenes una Cruz Blanca, símbolo de la Redención, de la y de la libertad, sobre la bandera de Francia. Con el Azul de nuestro bello cielo y el rojo que representa la sangre derramada.
La Biblia en su escudo, abierta en el libro del Evangelio según San Juan, Capítulo 8 y verso 32 que reza “Y CONOCEREIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARA LIBRES.” y su lema, DIOS, PATRIA Y LIBERTAD, dejando plasmado claramente que no podemos ser libres si no amamos y defendemos nuestra Patria, y jamás tendremos una Patria Libre si no ponemos a Dios delante de nosotros.
Duarte utilizo todos los conocimientos adquiridos para orientar y educar al pueblo dominicano, a través de Obras de Teatro, valiéndose de movimientos como la Filantrópica, creando grupos de tres en tres a los que denomino los Trinitarios, para no despertar sospechas entre los gobernantes haitianos y utilizando los conceptos cristianos de la Trinidad y creando las bases independentistas en las mentes de los dominicanos para implantar una República libre, Soberana e Independiente.
El 27 de febrero del año 1844 se realiza la proclamación de la Independencia Dominicana en la puerta de la Misericordia de la ciudad Colonial de Santo Domingo, donde se impuso el arrojo y la valentía de Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella junto a otros no menos importantes patriotas, en ausencia del Patricio Juan Pablo Duarte, la independencia de la República de Haití, la cual había mantenido un yugo invasor por espacio de 22 años sobre la parte Española de la Isla, fruto de las conquistas de Francia sobre España.
No faltaron las traiciones, difamaciones, calumnias, persecuciones injustas, conspiraciones y alianzas con el extranjero por parte de grupos encabezados por Santana, quien había sido invitado por el propio Duarte a participar en estas luchas independentistas, pretendió apropiarse del trabajo, esfuerzo y las luchas libertarias de estos valerosos patriotas, solo para el lograr su lucro personal valiéndose de lo que nunca nos falta entre los dominicanos: un grupo de facinerosos que bailan por la plata o por hacer coro siguen siempre a las causas más innobles que generan esclavitud y no libertad, causas apátridas porque no buscan el bien de la Patria y que lo que menos tienen es a Dios porque no les interesa el prójimo sino su propio beneficio.