Algunas puntualizaciones aclaratorias sobre el mercado laboral dominicano.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su compromiso de mantener debidamente informados a los agentes económicos y público en general, presenta unas puntualizaciones y notas aclaratorias sobre el desempeño del mercado laboral en los últimos años, en ocasión de un artículo del economista Miguel Ceara-Hatton titulado “El empleo en el discurso de Medina: Algunas precisiones”, donde cuestiona las cifras sobre la generación de empleos en el país en el periodo 2012-2017, divulgadas el pasado 27 de febrero en el discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional.
Este analista ha planteado que la afirmación del Presidente sobre la generación de 606,019 puestos de trabajo entre septiembre de 2012 y finales de 2017, surge de comparar cifras obtenidas con metodologías completamente diferentes y no comparables, transmitiendo la idea de que al estimar esas cifras se estaría incurriendo en “serias e insuperables inconsistencias”. Esta afirmación es incorrecta por las razones que se exponen a continuación:
Precisamente para poder tener una serie homogénea y comparable de la generación de nuevos empleos, los técnicos del Banco Central actualizaron los factores de expansión de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) tradicional para que tuviesen los mismos techos poblacionales de la nueva Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), los cuales se corresponden con las proyecciones de población realizadas por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) a partir del último Censo de Población y Viviendas realizado en 2010. En tal sentido, debido a que ambas encuestas fueron homogeneizadas para hacerlas comparables en los niveles de ocupación, los datos ofrecidos en el reciente discurso de rendición de cuentas de que la generación de empleos netos ha estado creciendo a un ritmo de aproximadamente 120,000 empleos por año durante el periodo 2012-2017, son técnicamente correctos.
Por este medio el Banco Central, como responsable del levantamiento de las encuestas nacionales de fuerza de trabajo y que ejecuta actualmente la ENCFT con una muestra de 8,480 viviendas por trimestre en todo el territorio nacional, tiene a bien compartir con la ciudadanía que los 606,019 nuevos ocupados netos en el país surgen de la comparación del total de 4,431,912 ocupados de 15 años y más que estima la ENCFT para el trimestre octubre-diciembre de 2017, con los 3,825,893 ocupados en octubre 2012 que arrojaba la ENFT tradicional, esta última ajustada a las mismas proyecciones de población de la nueva encuesta ENCFT para que las estimaciones sean comparables.
Tanto la serie de indicadores del mercado laboral que compila el Banco Central como la de pobreza y desigualdad que publica el Comité Técnico Interinstitucional para la medición de la Pobreza, fueron actualizadas y homologadas para el período 2000-2016, cónsono con la realidad demográfica del país. Estas series actualizadas de la ENFT tradicional se encuentran disponibles en la página web de la institución en la sección de Estadísticas > Mercado de Trabajo> Encuesta Tradicional (ENFT) con población ajustada por zona y regiones en el enlace https://www.bancentral.gov.do/estadisticas_economicas/mercado_trabajo/fa/. Resulta importante señalar que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugirió al Banco Central que la serie de indicadores laborales de la ENFT tradicional fuese actualizada una vez disponibles los factores de expansión a partir de las nuevas proyecciones de población asociadas al último Censo.
No se entiende la razón por la cual un analista como Ceara-Hatton, se aventurara a emitir juicios de valor sin sustento y realizara sus comparaciones utilizando la versión de la ENFT asociada al Censo anterior del año 2002, sin percatarse de la disponibilidad de las series actualizadas de la ENFT tradicional asociadas a las últimas proyecciones de población en la misma sección de estadísticas laborales del portal del Banco Central. Sorprende este hecho, ya que el referido economista ha reconocido los esfuerzos técnicos realizados por esta institución para poder capturar mejor y más información con la asesoría de expertos de organismos internacionales.
Otra de las críticas realizadas en el referido artículo es que los empleos generados, apenas logran cubrir la cantidad de personas que entran anualmente al mercado de trabajo, es decir compensar por el incremento en la Población Económicamente Activa (PEA), reduciendo mínimamente el total de personas desocupadas. Este no resulta ser el caso dominicano en años recientes, pues los ocupados han crecido más que la PEA y el total de desocupados ha disminuido en los últimos años.
En todo caso, la crítica que realiza el analista exhibe una línea argumental muy débil, pues aún en el caso “hipotético” de que el valor absoluto de los desocupados de un país se mantuviese fijo por un periodo de tiempo, mientras la población y la PEA aumentan de forma vegetativa en igual lapso de tiempo, esto lo que reflejaría es una disminución del desempleo, es decir habría una menor proporción de desocupados con respecto al mayor tamaño de la PEA, algo que parecería ser positivo y no debería de generar preocupación alguna. Además no existe una relación vis-a-vis entre la generación de nuevos empleos netos y el incremento de la PEA que se mantenga estable en el tiempo, lo normal es que la relación entre estas variables fluctúe con el ciclo económico.
Al analizar los resultados de la nueva ENCFT para los trimestres octubre-diciembre 2014 y octubre-diciembre 2017, se puede observar que se generaron 380,608 nuevos ocupados netos en los últimos 3 años. En este mismo período la PEA aumentó en 279,981 personas y el total de desocupados buscando activamente trabajo se redujo en 100,627 personas, para una caída en la tasa de desocupación abierta de 7.7% a 5.1%, lo que invalida totalmente los argumentos de que no ha habido una reducción en la desocupación en el país en los últimos años.
Otro tema que ha sido objeto de críticas es el de la informalidad en el mercado laboral. El Banco Central ha planteado en varias ocasiones que existe un delicado equilibrio en la forma de abordar el tema de la informalidad, pues si bien la formalidad laboral es deseable y necesaria en materia de seguridad social y el ámbito fiscal, lo más importante en economías en vías de desarrollo con niveles de desempleo y subempleo similares a los de República Dominicana es que la gente trabaje, se gane la vida y pueda sustentar a su familia, mientras se continúa trabajando en crear las condiciones para que cada vez más trabajadores dominicanos se formalicen y tengan acceso a la seguridad social y a un retiro digno vía su ocupación. En la medida que el poder adquisitivo de las familias dominicanas vaya mejorando en el tiempo, esto contribuirá a que cada vez más hogares salgan de la pobreza.
Un análisis de los ingresos por hora de los diferentes grupos ocupacionales a partir de los resultados de la ENCFT muestra que los trabajadores técnicos del nivel medio, operarios, artesanos, conductores y trabajadores no calificados, devengan en promedio ingresos/hora más elevados en el sector informal que el formal.
La realidad es que muchos trabajadores (en su mayoría con bajos niveles de escolaridad) deciden ser informales voluntariamente al realizar un análisis costo-beneficio de sus alternativas, debido a los menores ingresos que devengarían en el sector formal. Las características de los trabajadores informales en términos de edad, zona de residencia urbana o rural, género y educación difieren significativamente de las de los ocupados formales.
En adición, existen estudios econométricos que han determinado que si se controla por variables como nivel educativo y sector económico, reconociendo que el perfil de los trabajadores formales e informales no es homogéneo, los informales, en determinados grupos ocupacionales ganan más que los formales, dando sustento empírico a la decisión voluntaria de permanecer en la informalidad.
Resulta importante puntualizar que trabajar en el sector
r informal no significa que los trabajadores estén insatisfechos con su empleo, por el contrario, trabajar por cuenta propia es muy bien valorado por los trabajadores ocupados en esta categoría, según los resultados del estudio “La Informalidad en el Mercado Laboral Urbano de la República Dominicana” elaborado por el Banco Mundial y el Banco Central de la República Dominicana y publicado en 2007 en coordinación con la entonces Secretaría de Estado de Economía Planificación y Desarrollo.
Cabe señalar, que la mayoría de los países de la región aún utilizan los criterios del Programa de Empleo Regional para América Latina y el Caribe (PREALC) de 1982, los cuales consideran que un trabajador pertenece al sector informal si labora en una empresa con menos de 5 empleados, o bien si se trata de un trabajador por cuenta propia o patronos que laboran en los grupos ocupacionales: agricultores y ganaderos, operadores y conductores, artesanos y operarios, comerciantes y vendedores, trabajadores no calificados, trabajadores familiares no remunerados y el servicio doméstico.
Por esta razón, y también por el hecho de que muchos países solo levantan la información en la zona urbana, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) realizó un estudio en el año 2014 para comparar la informalidad en la región a partir de las bases de datos de las encuestas laborales de cada país, aplicando los criterios anteriormente señalados.
En el referido análisis de la CEPAL, la República Dominicana presentó una informalidad urbana de 48.4%, muy cercana al promedio de América Latina, como se puede apreciar en el gráfico 2.
Gráfico 2. Informalidad Urbana en América Latina en 2014
Sin embargo, resulta oportuno precisar que República Dominicana que es el primer país de la región en incorporar los lineamientos del Manual de Informalidad de la OIT del año 2013 para estimar la informalidad total de la economía, a partir de su nueva encuesta continua ENCFT. Esto es, el criterio utilizado actualmente para determinar si un trabajador es informal, es si el mismo no tiene acceso a la seguridad social (Fondo de Pensión y/o Seguro de Salud) a través de su ocupación, independientemente del sector donde trabaje. Esto hace que el análisis de la informalidad sea más exhaustivo y arroje un porcentaje de informalidad más alto que aquel que se obtiene con el criterio anterior (PREALC 1982).
El porcentaje de informalidad total a nivel nacional que arroja la ENCFT en el trimestre octubre-diciembre 2017 es de 58.7%. Este resultado no debe ser utilizado para realizar comparaciones con los niveles de informalidad de otros países de América Latina, a menos que los mismos hayan adoptado los lineamientos del Manual de Informalidad de la OIT de 2013 y homogenizado los criterios de estimación. En principio, se esperaría que la República Dominicana, en un escenario en el que se pudiesen comparar los niveles de informalidad utilizado los nuevos lineamientos, mantenga su posición en torno al promedio la región.
Las nuevas series de indicadores del mercado laboral constituyen un reflejo del esfuerzo continuo de mejoramiento de las estadísticas que compila el Banco Central, en el marco de su política de transparencia y divulgación de informaciones económicas oportunas y de calidad, que sin lugar a dudas serán aprovechadas por los usuarios en sentido general en sus análisis sobre la economía dominicana.
Finalmente, el Banco Central reitera su mejor disposición de aclarar cualquier duda de los analistas económicos y de la ciudadanía en general. Esto serviría para satisfacer sus inquietudes y ofrecerles las debidas explicaciones, evitando así conclusiones erróneas que desinformen a los agentes económicos.